Contaminación

Japón vierte agua radiactiva al Pacifico

Vacía los depósitos de los reactores

Tokio.— En otro capítulo de la carrera contra el reloj que intenta impedir la peor catástrofe nuclear de la historia, los técnicos japoneses de la dañada central nuclear de Fukushima I empezaron ayer a bombear miles de toneladas de agua radiactiva al océano para permitir la reparación de los circuitos de enfriamiento de los reactores, en peligro luego del terremoto seguido por un tsunami del 11 de marzo pasado.

La operación implica volcar en las próximas horas al Pacífico 11 mil 500 toneladas de agua levemente contaminada procedente de los depósitos especiales y del sótano de los reactores 5 y 6. Esa agua excede 100 veces el límite legal de yodo-131, un nivel bajo respecto del agua que inunda algunas áreas de la planta nuclear, con una radiación hasta 100 mil veces superior.

La Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón insistió en que los trabajos no conllevan riesgos para la salud. El objetivo de la Tokyo Electric Power (Tepco) es dejar espacio en los depósitos para almacenar el agua altamente radiactiva que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que dificulta seriamente las labores de los operarios para enfriar esas unidades.

La central Fukushima I, al borde del océano Pacífico, unos 250 km al norte de Tokio y de sus 35 millones de habitantes, no resistió una ola gigante de 14 metros.

El sistema de alimentación eléctrica de los seis reactores quedó inservible, lo que detuvo las bombas de enfriamiento del combustible nuclear. Cuatro reactores empezaron a calentarse de forma peligrosa, provocando explosiones y humo radiactivo. Tras haber vertido día y noche decenas de miles de toneladas de agua en las instalaciones, los obreros, bomberos y soldados lograron impedir que las barras de combustible se fundieran, lo que evitó una catástrofe nuclear peor que la de Chernobyl en 1986.

Pero la operación provocó enormes inundaciones en las oficinas y galerías subterráneas, que fueron invadidas por toneladas de agua radiactiva, lo que dificultó el trabajo de reparación de la red eléctrica y de los circuitos de enfriamiento.

Una parte del agua contaminada es vertida al océano por una brecha de 20 centímetros descubierta en una fosa situada por encima del nivel del mar. Hasta ayer, esa grieta no había sido controlada por los expertos.

El barco ruso Landysh procesará también parte de esa agua contaminada, informaron ayer medios en Moscú. El buque fue construido para tratar residuos radiactivos de submarinos nucleares rusos fuera de servicio y puede procesar hasta siete mil metros cúbicos de líquidos radiactivos al año.

Más de tres semanas después de la tragedia, el balance provisional de la policía arrojó ayer 12 mil 157 muertos confirmados y 15 mil 496 desaparecidos, cuyos cuerpos muy probablemente fueron llevados mar adentro por el maremoto.

Fuente: La Nación

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