Los niños podrían ser los más afectados por el contacto con sustancias tóxicas que se desprenden del humo del cigarro
El humo de segunda mano, como se le llama a quien inhala humo del cigarro de manera involuntaria puede derivar en problemas de salud inmunitarios, de carcinogénesis, del sistema circulatorio u obstrucción de las arterias, los cuales podrían tardar en manifestarse hasta dos décadas.
Según cifras oficiales, en México 30.2 % de la población nunca ha fumado, pero no está exenta de que haya sido expuesta al humo del tabaco, el cual tiene muchos compuestos tóxicos que pueden depositarse en piel, muebles, paredes, piso y ropa en el entorno de un fumador.
De acuerdo al doctor Arnulfo Albores Medina, investigador del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación de Estudios Avanzados (Cinvestav), «El humo de segunda mano, que es al que está expuesto aquella persona que no es fumadora, puede ser más dañino que el que pudiera recibir el mismo fumador. Es una mezcla compleja que contiene alrededor de siete mil productos químicos, muchos de ellos clasificados como carcinógenos”.
Según el investigador, muchos de los compuestos cuando entran al organismo alteran a una célula y esto causa un daño tal que, con el paso de tiempo, como es el caso del arsénico que contiene el humo del cigarro, el cual genera cáncer de piel, pero pueden pasar hasta 20 o 30 años para que la enfermedad se manifieste.
Actualmente, el tabaquismo en México ya es un problema de salud pública, debido a que del presupuesto al sector, al menos 10 % del presupuesto (43 mil millones de pesos aproximadamente) se destina al control de enfermedades provocadas por el humo del tabaco como enfisema, problemas circulatorios, renales, reproductivos y pulmonares, así como diferentes tipos de cáncer, entre los que destaca el de pulmón.
