La ruptura de un ducto en la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), provocó un derrame de miles de litros de combustóleo que alcanzaron las aguas del río Lerma, lo que generó contingencia ambiental en Salamanca y en localidades vecinas que se abastecen del afluente.
Según fuentes de la paraestatal, la fuga ocurrió la tarde del sábado, cuando se detectó una falla en la tubería que abastece del hidrocarburo al tanque de almacenamiento.
El desperfecto provocó la fuga de combustóleo, el cual ingresó a las alcantarillas de la CFE, donde opera una planta tratadora de aguas; sin embargo, por la gran cantidad del carburante, éste se derramó y comenzó a salir por las alcantarillas que desembocan al río Lerma.
Al ver lo sucedido, el gerente de la termoeléctrica, Juan Fernando Fernández, pidió apoyo de los especialistas de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor, de Petróleos Mexicanos (Pemex), con el propósito de atender la emergencia mediante acciones coordinadas.
La dirección de saneamiento de Pemex informó que el domingo por la tarde iniciaron los trabajos de saneamiento con el propósito de contener la contaminación del citado afluente, por lo que se emprendieron maniobras para retener el hidrocarburo y retirarlo del río.
En tanto, personal de la CFE realiza reparaciones de la tubería dañada y no se informó si se suspendieron procesos para la generación de energía eléctrica.
Las autoridades municipales también participaron en el operativo de contingencia luego que habitantes asentados en la ribera del Lerma alertaron sobre la presencia de una gran mancha de aceite en el afluente.
“Se intervino para evitar alguna conflagración; las acciones de seguridad ya concluyeron, aunque todavía atendemos las contingencias ambientales”, declaró Víctor Lara Marín, director de Protección al Medio Ambiente de Salamanca.
El funcionario dio aviso a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, a la Comisión Nacional del Agua y al Instituto Estatal de Ecología, para que realicen las investigaciones y se determine el impacto ambiental que ocasionó el derrame de miles de litros del carburante en el río Lerma.
El afluente abastece a otras ciudades de Guanajuato, donde el agua se utiliza con propósitos agrícolas y también alimenta la cuenca Lerma-Chapala.
El Lerma y el río Turbio son los cauces más importantes de la entidad; sin embargo, según información de la Comisión Estatal del Agua, ambos presentan graves niveles de contaminación.
Fuente: La Jornada
