Entre el año 2001 y el 2005 murieron en México 38 mil personas por enfermedades cardiopulmonares y respiratorias relacionados con la exposición a la contaminación atmosférica
Lizlenne Tiburcio
Ciudad de México.─ La contaminación del aire se refleja en enfermedades respiratorias, cardiovasculares y malestares crónicos y cotidianos que afectan a todas las familias del Distrito Federal, afirmó la organización El Poder del Consumidor.
Con base en un sondeo para conocer la percepción de los habitantes del Distrito Federal acerca de la calidad del aire, realizado en las inmediaciones de diez escuelas de bachillerato y universidades, la organización detalló que los jóvenes dijeron tener malestares vinculados con la contaminación atmosférica, como irritación de ojos, de garganta, resequedad en las fosas nasales, flemas, falta de aire, dolores de cabeza, fatiga, entre otros; padecimientos que pueden derivar en enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso, causar muerte prematura.
67 por ciento de las personas que participaron en el sondeo se consideró en riesgo de sufrir estas afecciones, y un 56 por ciento dijo tener al menos un familiar con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, abundó la organización en un comunicado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha reconocido que si bien hay acciones individuales que disminuyen la contaminación, es necesaria la intervención de las autoridades para implementar medidas de amplio impacto. Esto concuerda con la opinión del 78 por ciento de los jóvenes encuestados, quienes creen que “hacer más estrictos los controles en las normas de emisiones de contaminantes” sería una medida efectiva, mientras que un 86 por ciento cree que las medidas adoptadas no han sido exitosas.
Al respecto, Gerardo Mocada, director de campañas en El Poder del Consumidor, señaló que “esta percepción de riesgo por parte de los jóvenes, debería impulsar a las autoridades a realizar una pronta actualización de las normas que fijan los límites máximos permitidos de contaminantes en el aire y, adoptar los estándares sugeridos por la Organización Mundial de la Salud, a fin de garantizar la salud de la población”.
Advirtió que “esta percepción negativa acerca de la calidad del aire, coincide con los datos del Instituto Nacional de Ecología (INE), que indican que entre el año 2001 y el 2005 murieron en México 38 mil personas por enfermedades cardiopulmonares y respiratorias relacionados con la exposición a la contaminación atmosférica”.
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