La contaminación lumínica provoca que el cielo se perciba en tonos naranjas y dificulte observar objetos astronómicos
Ciudad de México.— Los expertos han pronosticado que en los próximos 20 años más del 75 por ciento de la población mundial vivirá en zonas urbanizadas, lo que representa un incremento en la contaminación lumínica que crece 4 por ciento al año.
Por ello la necesidad de diseñar la creación de ciudades y la instalación de luminarias para proteger el cielo nocturno, mencionó Nuria Sanz, directora y representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en México.
La contaminación lumínica provoca que el cielo se perciba en tonos naranjas y dificulte observar objetos astronómicos. Por lo que los astrónomos buscan la preservación de cielos oscuros a partir de normas, educación y urbanismo que impulsen la investigación astronómica. “Apagar una luz y encender una estrella.”
Sin embargo las afectaciones son diversas como la que ocasiona el alumbrado público que ilumina el cielo y tiene consecuencias en la flora y fauna debido a que provoca fenómenos de deslumbramiento en las aves, insectos, plancton y mamíferos marinos, quienes se desorientan y modifican su proceso reproductivo.
La contaminación lumínica ha provocado la desaparición progresiva de los astros, para observar algunos planetas, la Luna, incluso la galaxia, es necesario alejarse de la metrópoli para encontrar un contraste entre luz tenue y oscuridad de fondo (cielo oscuro).
Ante esta problemática, la UNESCO declaró el derecho a los cielos oscuros y en el marco del encuentro internacional “El derecho a los cielos oscuros” organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), investigadores coincidieron que es necesario crear políticas públicas que ayuden a una adecuada iluminación nocturna e impulsen la observación científica del universo.
“Cambiar la forma en que se iluminan las ciudades, apostar por leds y dirigir la luz hacia abajo, no hacia el espacio que nada beneficia, con ello se tiene un ahorro de energía y se cuida el medio ambiente”, precisó Miguel Roth, representante Legal en Chile del proyecto Giant Magellan Telescope.
