Colaboraciones

Vertiginosa pérdida de biodiversidad amenaza existencia de la humanidad

La ONU advirtió que especies de flora y fauna se pierden a un ritmo mil veces superior al normal

Adriana Estrada

Imaginemos que dentro 30 o 50 años los bosques y selvas desaparezcan, que los glaciares se hayan derretido y que las futuras generaciones sólo puedan conocer a muchas de las especies todavía vivas por medio de archivos fotográficos. Esto, debido a la tendencia de pérdida irreversible de biodiversidad global, umbral de no retorno que la humanidad está muy cerca de cruzar.
A lo largo de la historia del planeta se han registrado cinco extinciones masivas, la última de ellas, durante la era del Cretáceo. En la actualidad, algunos especialistas aseguran que, de seguir relacionándonos con los recursos naturales tal y como lo hemos hecho en las pasadas décadas, la sexta magna extinción del planeta está a la vuelta de la esquina. La duda que siguen planteándose es si el ser humano será capaz de subsistir a esta extinción. Aunque la vida continúe, dicen los expertos, es muy probable que nosotros —la humanidad— no subsistamos. Por lo que, mediante las acciones de conservación, lo que está en juego es la propia supervivencia de la raza humana. Sin embargo, esto no ha sido un argumento suficiente para detener el exterminio de especies.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ubica en la Lista Roja a tres mil 524 especies de plantas y animales en alguna de sus categorías de peligro de extinción. La última actualización de la Lista señala que 22 por ciento de los mamíferos, 30 por ciento de los anfibios, 12 por ciento de las aves, 28 por ciento de reptiles, 37 por ciento de peces de agua dulce, 70 por ciento de las plantas y 35 por ciento de los invertebrados están amenazados.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Brasil, Colombia, México, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela forman parte del grupo de naciones latinoamericanas con mayor variedad de fauna y flora del mundo; sin embargo, registran problemas medioambientales que no han sido atendidos en forma eficaz.
“Fracasamos”, dijo tajantemente José Sarukhán Kermez, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en relación al fracaso mexicano en el incumplimiento, nacional y mundial, de detención de la tasa de extinciones de flora y fauna.
México tampoco ha logrado la meta principal de este convenio, cuyo objetivo central era disminuir la tasa del deterioro de la biodiversidad, por lo que en la actualidad nos enfrentamos a una severa crisis de extinción de plantas y animales silvestres que se agrava cada día. La única meta alcanzada fue designar a más de un 10 por ciento del territorio nacional como Área Natural Protegida (ANP).
De acuerdo con Sarukhán y otros científicos de la Conabio, en México han desaparecido varias especies de peces de agua dulce, como los cachorritos Potosí y Trinidad, este último de Nuevo León; algunas aves han sido restringidas a ciertas zonas, como la paloma de la isla Socorro y el paíño de la isla Guadalupe, además de mamíferos, como la foca monje del Caribe, el oso pardo y el lobo mexicano del norte y centro de México.
Reconoció que el cambio climático es una de las armas más eficaces para destruir el capital natural de México, ya que la sola emisión de gases de efecto invernadero genera gran presión en los ecosistemas y extingue especies, de ahí la necesidad de contar con la información suficiente para la mejor toma de decisiones.
Por su parte, Ahmed Djoghlaf, secretario ejecutivo para el Convenio sobre Diversidad Biológica de la ONU, señaló que “México, como el resto de los países, no alcanzará completamente la meta del 2010”, en materia de conservación de biodiversidad. Advirtió también que flora y fauna se pierden a un ritmo mil veces superior al normal.
“Si comparamos a México con otros países de Latinoamérica seguimos entre los cuatros países más ricos de biodiversidad tanto por el número de especies y de ecosistemas; sin embargo, se estima que en el país está en peligro 40 por ciento de los vertebrados, como consecuencia del impacto de las actividades del hombre, sobre la pérdida de bosques y selvas”, indicó con preocupación Hesiquio Benítez Díaz, director de Enlace y Asuntos Internacionales de la Conabio.

Declive de los ecosistemas

“Los gobiernos no han logrado cumplir con los compromisos que asumieron en 2002 de reducir la tasa global de pérdida de biodiversidad para 2010, seguimos haciendo grandes presiones sobre las especies, hábitats y ecosistemas”, dijo Stuart Butchart, autor del artículo “Perspectiva mundial sobre la biodiversidad”, que muestra cómo los objetivos a través del Convenio de 2002 sobre la Diversidad Biológica (CDB) no se han cumplido.
El trabajo explica que a partir de la década de 1970 en el planeta se ha degenerado un tercio de mamíferos, reptiles, anfibios, especies vegetales, reflejo de un ritmo de pérdida “vertiginoso”, estimando que la mitad de las especies podría desaparecer a finales de este siglo. Para la ONU e investigadores internacionales, los principales motores que conducen directamente a la pérdida de diversidad biológica son el cambio climático, la contaminación, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies exóticas destructivas.
“Nuestros datos muestran que no se ha logrado una reducción significativa en la tasa de disminución de la biodiversidad, y que las presiones que enfrenta seguirán aumentando”, explicó Stuart Butchart.
“Un ejemplo son los ecosistemas marinos y costeros, ya que alrededor de 270 millones de personas en el mundo se ven afectadas anualmente y unas 124 mil mueren cada año a causa de desastres naturales como inundaciones y sequías, que podrían ser prevenidos si se redujera la deforestación de zonas acuíferas y se reacondicionaran pantanos, manglares y arrecifes de coral”, advirtió Butchart, pues estos ecosistemas son paliativos del impacto de inundaciones y huracanes que en 2009 ocasionaron daños por 50 mil millones de dólares.

Enfermedades ligadas a la pérdida de ecosistemas

Un total de 15 de los 24 servicios ambientales que nos proporcionan los ecosistemas sufren una grave degradación, lo que entraña un riesgo enorme para el bienestar no sólo del resto de las especies terrestres, sino para la especie humana: como aparición y desplazamientos de enfermedades en diversas zonas del mundo.
“Se están originando males por la perturbación de selvas y bosques, por el cambio climático tenemos movimiento de vectores; por ejemplo, los mosquitos que transmiten el dengue se mueven a zonas cada vez más altas, conforme la temperatura va cambiando, o las chinches (vinchuca) que provocan el mal de Chagas”, alerto Sarukhán.

¿Existe retorno?

En cuanto a la lucha contra la pérdida de biodiversidad, Alessandro Galli, científico senior de Global Footprint Network y coautor del artículo “Perspectiva mundial sobre la biodiversidad”, dijo que América Latina está por delante de otras partes del mundo (en esta lucha) y, gracias a que no tiene demasiada presión poblacional y a que tiene una buena clase científica, puede ser la región que lidere en conservación a las demás.
Cada especie tiene un papel, y en ocasiones el sistema puede seguir funcionando sin algunas especies, pero a medida que se empobrece en especies, el riesgo de colapso aumenta. Es decir, un sistema empobrecido tiene más riesgo de dejar de funcionar y, por lo tanto, dejar de darnos los bienes y servicios a que nos tiene acostumbrados.
Todos deberían implicarse en la lucha, pues, según Galli, “no hay ni un solo país y ni una sola persona a quien no vayan a afectar las consecuencias de la pérdida de diversidad biológica. De no actuar rápidamente, la primera especie que sufrirá directamente las consecuencias de la pérdida de diversidad biológica será el ser humano”, valoró.
La biodiversidad está sufriendo una verdadera hemorragia de dimensiones desastrosas. Ya que extinciones masivas de otras épocas demoraron millones de años en producirse, mientras que ahora el ser humano lo ha logrado hacer en unas cuantas decenas de años. México está entre los diez países con mayor biodiversidad en el planeta; sin embargo, es de lamentarse que ocupe los dos primeros lugares de la lista de naciones con la más alta cantidad de flora y fauna en peligro de extinción. Hemos pulverizado el récord de extinciones por minuto, pronto nos pasarán la boleta y no tendremos fondos para responder por el daño ocasionado.

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