Por Francisco Sunderland Álvarez
México, D.F.— Ciertamente ya tenía mi artículo para el próximo lunes. Tema desconocido para la inmensa mayoría de la población como lo es el relativo al petróleo y la reforma energética.
Temas de los que sólo se atreven a opinar quienes se consideran sesudos economistas que elevan su voz con aire docto y lenguaje rebuscado para resaltar su total ignorancia en cuanto a lo que es la honestidad y el trabajo de los auténticos petroleros, sean sindicalizados o de confianza; cubre-faltas o transitorios; aquellos “meritorios” o de planta que son los más autorizados para opinar sobre una realidad.
Pero algo pasó. Sé que lo tengo pero… no lo encuentro. Por algo será. Seguramente porque aludo con gentilicios a muchos de los pillos que han llegado por presunta y falaz capacidad para beneficio de la paraestatal pero que, a la postre, el beneficio ha sido sólo para tales personas y, por cierto, la inmensa mayoría de estos malandros, ya no está en la industria pero, en cambio, es un hecho que ya no se habrán de preocupar por su situación económica en el futuro.
Tal vez no lo encuentro porque cuestiono que se le impute a los auténticos trabajadores petroleros un inexistente estado de quiebra de Petróleos Mexicanos cuando los verdaderos petroleros sabemos que quienes han generado una seria problemática han sido personas que han llegado por designación de la alta burocracia para lucrar y enriquecerse así como a hacer alarde de su orgulloso nepotismo.
¿Ustedes consideran que si realmente la industria petrolera mexicana estuviera en la fatal y apocalíptica crisis que se está pregonando, habría personas, empresas o consorcios que se “sacrificarían” y aportarían dinero propio o de sus inversionistas para “salvar” a una empresa —ya casi inexistente— de su estado de postración?
Sigo sin encontrar el artículo que escribí para este próximo lunes pero, la síntesis es, más o menos, como he escrito… por algo suceden las cosas.
Fuente: Teorema Ambiental, imagen
