El virus afecta principalmente a los niños y se contagia a través de la saliva, se manifiesta por ronchas en la piel, sarpullido en boca, manos y pies
A pesar de los casos del virus Coxsackie en la Ciudad de México y sus alrededores, la alarma en algunos sectores de la sociedad y el riesgo de contagio, el académico de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Alfredo Servín Andrade, pidió no alarmarse porque no es una enfermedad grave que pueda llegar a ser epidémica.
Mencionó que este agente viral convive en el tracto digestivo de las personas pero necesita ciertas condiciones, como temperaturas muy elevadas, poca higiene, mala alimentación y un sistema inmunológico deficiente, para desarrollarse.
Servín Andrade explicó que el virus Coxsackie pertenece a la familia de los enterovirus (que incluye también a la hepatitis A), mismos que no tienen graves consecuencias, sin embargo, puede haber casos que se complican y llegan a generar meningitis y encefalitis (inflamación del cerebro) por lo que recomendó asistir al médico.
Regularmente el síndrome mano-pie-boca ocurre con mayor frecuencia en niños en edad preescolar; el tiempo entre el contacto con el virus y el inicio de los síntomas es de aproximadamente tres a siete días. Los síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, erupción con ampollas pequeñas en las manos, los pies y en la boca, dolor de garganta y pérdida de apetito; por lo general los infantes se recuperan sin tratamiento en el periodo de una semana a 10 días.