Ciencia y tecnología

Maquinaria de cuatro estaciones

Los productores mexicanos requieren maquinaria acorde a sus necesidades, fácil de utilizar en cualquier terreno y época del año y, sobre todo, con un bajo costo.

En la búsqueda de brindar esta opción a los agricultores nacionales Concesionaria Reyes Salcedo (Coresa) incursionó, desde 1993, en la comercialización de tecnología intermedia, que se ubica entre el trabajo manual y el realizado por un tractor tradicional.

En entrevista, el Dr. J. Josué Reyes DeSantiago, director general de la empresa, señala que la idea es desarrollar una nueva cultura en la forma de trabajar en el campo y contribuir a su mecanización, por lo que, junto con los productores, se apoyan en los programas de la Alianza para el Campo.

Ante la pulverización de la tierra del país, un tractor tradicional representa una inversión no rentable para muchos productores agrícolas. Para ello se diseñó el motocultor, un equipo mediano de alta maniobrabilidad que realiza tareas en terreno abierto, bajo invernadero o en tierras donde el grado de inclinación dificulta introducir maquinaria convencional.

El mayor problema de los productores en sus terrenos de cultivo es el crecimiento de la mala hierba, que lamentablemente se controla con herbicidas o compuestos químicos que contaminan y deterioran las características naturales de la tierra, explica el director de Coresa.

El motocultor, con su principal elemento básico que es el rotocultor, permite hacer un control mecánico de todo tipo de malezas, que va incorporando al terreno como fertilizante orgánico. Esto evita la práctica de quema. Paralelamente se pueden aplicar cal o fertilizantes orgánicos o naturales al terreno.

Ahorro de pasos para cultivar

La preparación de la tierra para la siembra con un tractor tradicional requiere de una serie de pasos, barbecho, desterrone, rastreo; con el rotocultor se prepara en un solo movimiento. Esto permite en cultivos como el nopal ahorrar 70 por ciento en insumos, químicos o fertilizantes.

En la agricultura moderna sabemos que cuanto más profundo se incide en la tierra más pérdida de humedad se provoca. Con el motocultor la profundidad de siembra es de 10 a 15 centímetros, con capacidades de entre 8 y 16 caballos de fuerza.

El motocultor cuenta con una gama de 25 implementos: surcadores, arados, barras de corte, sistemas de bombeo, de arrastre, de fumigación o la motosegadora para avena, alfalfa, trigo, cebada y en algunos casos con sistemas para empaque. Con esta tecnología se puede sembrar cualquier cultivo.

Un motocultor representa la sexta parte de lo que cuesta un tractor tradicional y tiene un promedio de vida de entre 10 y 12 años. La rentabilidad es mayor, porque quien se hace de este equipo también maquila a otros productores, manifiesta el Dr. J. Josué Reyes.

El motocultor es el equipo de las 4 estaciones, porque trabaja durante todo el año, en época de lluvia en terrenos donde no puede entrar el tractor, el motocultor sí puede entrar; en los invernaderos; incluso en invierno, en países donde hay nieve se usa para abrir caminos.

El acorazado

También se importan tractores pequeños, con características de uno tradicional, una especie de acorazado, con tracción a las 4 ruedas, que permite trabajar en huertos de frutales. Por su tamaño, el operario puede ir sentado, tiene 1.10 metros de altura, con motores de 26 a 83 caballos de potencia y con una gama de implementos diferentes a los tradicionales.

La rotocultivadora no es un implemento común en tractores grandes. Este equipo barbecha, desterrona, rastrea, lo cual significa una disminución de costo. Además, disminuye el tiempo que se emplea para preparar la tierra y reacondicionar los terrenos incorporando el desecho de cosecha para que fertilice en forma natural.

El acorazado de 26 caballos cuesta la tercera parte que el tractor tradicional, unos 110,000 pesos.

Tras una labor de 14 años, Coresa, con sede en el Distrito Federal, ha logrado tener presencia en el Estado de México, Morelos, Puebla, Aguascalientes, Querétaro, Michoacán, Tamaulipas, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Jalisco y Sinaloa.

La tecnología es de origen europeo, la mayoría importada de Italia. Coresa ha hecho adaptaciones a las necesidades nacionales y ahora utiliza motores manufacturados aquí. Así, el agricultor puede dar un buen mantenimiento. Además, la empresa brinda asistencia técnica por medio de sus distribuidoras.

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