Ayudará a vigilar vertidos contaminantes en el mar, observación medioambiental y gestión de la ayuda en catástrofes naturales
La Agencia Europea del Espacio (ESA) lanzó ayer el “Sentinel 1A”, un radar espacial avanzado diseñado para barrer toda la superficie terrestre, en un cohete ruso Soyuz desde la base espacial europea de Kourou, en la Guayana Francesa.
Es el primer artefacto orbital del nuevo sistema Copérnico, una constelación de diferentes satélites de observación de la Tierra para proporcionar datos no sólo científicos sino de operación en distintas áreas, desde ayuda a la navegación en mares con hielo al control de vertidos contaminantes, vigilancia medioambiental, gestión de la ayuda en catástrofes naturales, etcétera.
Herramienta potente
El “Sentinel 1A” operará desde casi 700 kilómetros de altura sobre la superficie del planeta, pasando sobre los polos. El satélite tiene que cumplir en las próximas horas una delicada secuencia de despliegue de sus paneles solares, que le suministran energía, y de la antena del radar, de 12 metros de largo, componentes esenciales del artefacto que han partido al espacio plegados en el cohete.
Será el séptimo lanzamiento de un Soyuz en la base espacial europea de Kourou, desde que empezaron a operar estos cohetes aquí, en octubre de 2011, gracias a un acuerdo de Roscosmos con el consorcio europeo Arianespace. Para ello se construyó una nueva plataforma de lanzamiento específica, situada a unos 15 kilómetros del centro de control de la base, denominado Júpiter. Así, desde la Guayana Francesa parten ahora tres tipos de cohetes: el más potente Ariane 5, el intermedio Soyuz y el pequeño Vega, de manera que Arianespace utiliza uno u otro en función de las necesidades del equipo o equipos que se pondrán en órbita.
Si todo va como está previsto, tras el lanzamiento comenzará la fase de examen de los equipos y calibración en órbita del radar del Sentinel 1A, de manera que empiece su operación rutinaria el próximo mes de julio.
Con información de El País
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