La Estación Regional del Noroeste del Instituto de Geología de la UNAM advierte de los cambios en la geografía de México
Teorema Ambiental/Redacción
Aún invisible al ojo humano, el movimiento gradual que sufre la península de Baja California es un ente geológico que será evidente dentro de un millón de años, y se vislumbrará como un cambio contundente en el mapa del territorio nacional.
Según Thierry Calmus, de la Estación Regional del Noroeste (ERNO) del Instituto de Geología (IGL), sede ubicada en Hermosillo, Sonora, dicho territorio se desplaza cuatro o cinco centímetros cada año hacia el noroeste, con respecto al continente.
El experto en tectónica y geología estructural aclaró que no se puede predecir, pero sí medir y saber la velocidad o el desplazamiento promedio anual, gracias a herramientas precisas como los sistemas de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés).
Conforme avanza el tiempo, por ejemplo cada año, los geólogos observan que hay deformación y desplazamiento. “Se calculó y se midió que el desplazamiento promedio de la península con respecto al continente es de cuatro o cinco centímetros al año hacia el noroeste”, remarcó.
“Si se multiplican los cuatro centímetros por un millón de años, es factible concluir que el desplazamiento dentro de ese periodo será de 40 kilómetros. De igual manera, se puede calcular que cuando llegaron los españoles a nuestro país, Baja California estaba 24 metros más al sur”, sentenció.
