Ciencia y tecnología

Digitalizar los procesos de comercio exterior en una pyme

En México, el 83 % de las pymes migraron hacia la digitalización, aunque solo el 68 % de estas empresas dicen estar preparadas para el manejo de canales digitales

Ciudad de México, 27 de octubre de 2022.— Durante su etapa de crecimiento financiero, muchas de las    pequeñas y medianas empresas (pymes) que importan y exportan mercancías requieren insumos tecnológicos para digitalizar los procesos inherentes a transacciones de comercio exterior. Sin embargo, el panorama en las economías emergentes de la región es desafiante: no todas las empresas pueden dar el salto al mercado internacional, ni invertir en herramientas digitales debido a las limitaciones y falta de respaldo que encuentran en la banca tradicional.

Actualmente, la digitalización no solo forma parte fundamental de negocio de numerosas compañías, sino que además sirve de puente entre emprendedores y servicios financieros innovadores, que pueden potenciar el crecimiento de una empresa. Mediante soluciones específicas como el desembolso de préstamos exprés, contabilidad en la nube y hasta control logístico en tiempo real, la tecnología se vuelve, de hecho, una gran aliada de las pequeñas y medianas empresas.

Sin embargo, el acceso a productos de crédito digitales que ofrece la banca tradicional es limitado y brinda una cobertura estándar para todos los modelos de negocio, desconociendo la diversidad de actividades económicas —y necesidades— de las pymes en el país. De hecho, el desembolso de un préstamo está relacionado por procesos burocráticos que ralentizan los movimientos comerciales de una pyme, afectando el tiempo de nacionalización de mercancías y ocasionando pausas operativas que terminan duplicando el esfuerzo financiero de los emprendedores.

Así es como una digitalización oportuna permite consolidar el acceso a líneas de crédito y capital de inversión. Micro, pequeñas y medianas empresas que buscan expandirse en el mercado y robustecer su dominio tecnológico para la gestión de trámites y procesos comerciales, pueden encontrar más oportunidades en plataformas que operan virtualmente para financiar operaciones de comercio exterior, como Finkargo.

Para Tomás Shuk, Chief Growth Officer en Finkargo, “la digitalización permite que plataformas como la nuestra puedan llegar a más empresarios que probablemente no conocen métodos de financiamiento diferentes a los créditos bancarios”.

Además, Shuk aclara que cuando una pyme está arrancando, necesita soluciones rápidas ante una eventual iliquidez o flujo de caja reducido en medio de un acuerdo comercial importante. Así, las pymes siempre cuentan con un respaldo que se adapta y responde de manera inmediata a las necesidades de la compañía, “Es la digitalización la que agiliza y automatiza estos procesos, ajustándose a las necesidades inmediatas de cada pyme”, puntualiza.

Para aquellas pymes que buscan la oportunidad de hacer comercio exterior, el uso de herramientas digitales se hace cada vez más indispensable, pues la mayoría de procesos mercantiles extranjeros requieren de un mínimo respaldo tecnológico.

A grandes rasgos: uno de los beneficios más notables de la digitalización es el acceso a mejores oportunidades de negocio con más distribuidores y volumen de mercancía. A nivel operativo, por ejemplo, la optimización digital permite agilizar procesos comerciales en un mercado cada vez más dinámico y competitivo en el que productores y compradores constantemente realizan transacciones en su día a día.

En México, el 83 por ciento de las pymes migraron hacia la digitalización, aunque solo el 68 por ciento de estas empresas dicen estar preparadas para el manejo de canales digitales.

Desgraciadamente, muchos negocios no se materializan porque los retos para las pymes y las barreras tecnológicas que encuentran hacen más difícil la concertación y trazabilidad de una transacción internacional. Para el caso de Latinoamérica, cuyo motor económico son las pymes —representando el 90 por ciento del grueso de empresas y generando más de la mitad de empleos—, este fenómeno ocurre con mayor incidencia, debido a una falta de aprovechamiento de la infraestructura financiera digital.

Otros beneficios de la digitalización de procesos de comercio exterior incluyen:

  • Permitir tener compras internacionales, liberación de capital y pasarela de pagos, todo en una sola interfaz.
  • Facilitar el rastreo de cargas y su estado físico.
  • Actualizar en línea aranceles, exenciones y cambios tributarios.
  • Optimizar la nacionalización de mercancías y la entrega de exportaciones.

La digitalización y la financiación están estrechamente relacionadas. Para impulsar las operaciones de comercio exterior es necesario contar con músculo financiero y capacidad tecnológica que mejoren el perfil comercial de una pyme y aceleren su crecimiento. Por esto, es clave que las pymes de la región que quieren vender más, tengan a su alcance plataformas que acompañen su expansión de manera flexible y atendiendo las proyecciones de cada pyme.

Fotografías: Finkargo

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