Ciencia y tecnología

Basura espacial, un problema que urge soluciones prontas y eficientes

  • Si la situación continúa se podría desarrollar una especie de efecto dominó, generando un mayor número de fragmentos que podrían poner en riesgo incluso los vuelos espaciales

Teorema Ambiental/Redacción

Para mayo de 2019, existe la probabilidad de que un trozo de basura espacial impacte contra la Estación Espacial Internacional (EEI), informó el director ejecutivo de la Agencia Espacial Federal Rusa, Serguéi Krikaliov: “Existen valoraciones numéricas del incremento de la probabilidad de perforación del casco de la EEI.”

El motivo de este incremento relevante fue que el Gobierno de la India lanzó un misil antisatélites para destruir un satélite espacial a una altura de 300 kilómetros, generando una mayor cantidad de desperdicios orbitando sobre la atmósfera terrestre y se convirtió en el cuarto país en realizar este tipo de ensayos, después de EEUU, Rusia y China.

Desde hace varios años, un vocero del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, Borís Shustov, señaló que si la situación continúa se podría desarrollar el síndrome de Kessler, una especie de efecto dominó, en el que los fragmentos de basura espacial chocan entre sí, generando un mayor número de pequeños fragmentos de manera acelerada, al grado de poner en riesgo la realización de vuelos espaciales.

“Es posible que ya hayamos cruzado en cierto sentido la frontera en la que superpoblamos el espacio circunterrestre al punto en que ya tiene vida propia y se convierte en una especie de escudo que no permitirá realizar investigaciones espaciales en el futuro”, explicó el experto.

En ese momento, el Sistema de Control del Espacio estima que más de 50 000 objetos orbitan sin control la Tierra, con una masa que excede las 7200 toneladas, pero su verdadero peligro radica en que estos desechos viajan a una vertiginosa velocidad de 28 000 kilómetros por hora, por lo que se convierten en auténticos proyectiles, que en desafortunadas circunstancias pueden entrar a la atmósfera de manera aleatoria e implican un peligro inminente para la vida en la Tierra.

Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA) estima que en la exósfera orbitan unos 36 500 objetos de más de 10 cm, 1 millón de objetos entre 1 y 10 cm y unos 130 millones de objetos entre 1 mm y 1 cm flotando sobre nosotros.

Sobre el problema, la UNAM especificó hacia mediados de septiembre de este año que en la actualidad hay alrededor de 13 000 satélites orbitando la Tierra, y solo unos 8000 funcionan. Pero también están los restos de naves espaciales que han sido lanzadas fuera de la Tierra desde los años cincuenta del siglo pasado y otros fragmentos desprendidos de estos aparatos, durante su vida útil. Este conjunto es el que se denomina “basura espacial”.

¿Cuáles son los riesgos de la basura espacial? El fondo del problema radica en que cada vez es más alto el riesgo de que estos restos choquen contra los satélites que sí están en funcionamiento y pueden afectar la correcta ejecución de las telecomunicaciones en el mundo. Incluso, en varias ocasiones han representado una amenaza para la Estación Espacial Internacional (EEI).

Consulta la investigación completa en nuestra edición noviembre-diciembre 2023 de Teorema Ambiental

Fotografía: TransAatra

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