Cambio climático

WWF: Los riesgos ambientales y sociales siguen al margen en la regulación de la banca central

  • Las normativas financieras y las actividades de los bancos centrales actuales se centran en el clima y no tienen en cuenta repercusiones medioambientales y sociales relevantes

Teorema Ambiental/Redacción

La Greening Financial Regulation Initiative de WWF (GFRi, por sus siglas en inglés) publicó los resultados de su herramienta de evaluación anual SUSREG Tracker. La evaluación muestra que, aunque varios bancos centrales y supervisores financieros han realizado progresos significativos en la aplicación de medidas de regulación y supervisión sostenibles, siguen existiendo lagunas importantes, especialmente en las principales economías, donde se siguen descuidando riesgos medioambientales y sociales.

Solo el 18 por ciento de los bancos centrales muestran avances significativos en la integración de los riesgos relacionados con el clima en su política monetaria y sus actividades de banca central, mientras que el 68 por ciento de los países de renta alta aún no han adoptado políticas adecuadas de supervisión bancaria en materia climática y medioambiental. Por otra parte, la ambición y la aplicación de medidas financieras sostenibles son desiguales entre los bancos centrales y los países supervisores.

El SUSREG Tracker es la herramienta de evaluación virtual e interactiva del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) que evalúa los avances en la integración de los riesgos de cambio climático, ambientales y sociales en las actividades de banca central, regulación financiera y supervisión. El análisis de este año abarca 47 jurisdicciones que, en conjunto, representan más del 88 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, el 72 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y 11 de los 17 países más ricos en biodiversidad del mundo.

Algunos avances notables son:

  • La integración de indicadores de biodiversidad en las carteras propias de los bancos centrales y en la información de los fondos de pensiones.
  • El desarrollo de metodologías de supervisión para abordar la pérdida de biodiversidad.
  • Un aumento en la exigencia de que las instituciones financieras y las empresas hagan públicos sus planes de transición climática.
  • El establecimiento de directrices de préstamo específicas para sectores de alto riesgo con el fin de ayudar a las instituciones financieras a evaluar los riesgos ambientales y sociales de sus clientes.

Pero la evaluación también constata que:

  • Las actividades de supervisión de bancos centrales y aseguradoras siguen centrándose principalmente en el clima.
  • Solo el 18 por ciento de los bancos centrales ha mostrado un progreso significativo en la integración de los riesgos climáticos en sus actividades de política monetaria y banca central.
  • El 68 por ciento de los países de renta alta aún no han adoptado políticas adecuadas de supervisión bancaria en materia de clima y medioambiente.

Algunos de los países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero no han puesto en marcha políticas sólidas de supervisión bancaria y de seguros relacionadas con el clima.

Más de la mitad de los países con objetivos netos cero (20 de 37) incluidos en esta evaluación tienen políticas de supervisión bancaria relacionadas con el clima considerablemente débiles.

Las políticas de supervisión bancaria y de seguros sobre sostenibilidad son insuficientes en los países con mayor biodiversidad de Asia-Pacífico y América Latina, lo que los deja muy expuestos a los riesgos relacionados con la naturaleza.

Fotografía: WWF

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