Cambio climático

Las “líneas de batalla” expuestas en la COP28

  • La principal pregunta sigue en el aire: ¿cumplirá la COP su objetivo principal, adoptar una decisión sobre la salida de los combustibles fósiles?

Teorema Ambiental/Redacción

El proverbial elefante lleva años, si no décadas, en la habitación. La ciencia nos lo dice: eliminar rápidamente el uso de los combustibles fósiles es la única acción posible que tiene la humanidad para frenar el cambio climático. En resumen, dejar de quemar combustibles fósiles es nuestra única oportunidad de mantener un planeta habitable.

La esperanza de que se puede combatir el cambio climático se mantiene viva a la luz de las numerosas iniciativas públicas, privadas y ciudadanas que están aflorando y que abordan las múltiples causas y consecuencias del cambio climático. Los grandes avances logrados en materia de energías renovables, entre muchos otros, son solo un ejemplo.

Lamentablemente, estos esfuerzos no son tan significativos comparados con lo que realmente se lograría con la rápida eliminación de los combustibles fósiles, que es la única manera de evitar las peores consecuencias del cambio climático y mantener la actividad humana dentro de los límites planetarios.

Sin duda, la eliminación progresiva de las energías fósiles (petróleo, gas y carbón) es mucho más fácil de decir que de hacer. Se podrían escribir varios libros sobre lo dependientes que son nuestras sociedades de los combustibles fósiles, las duras concesiones que serían necesarias para desprendernos de ellos y cómo los imperativos geopolíticos distorsionan cualquier conversación significativa sobre este tema. Hay multitud de razones por las que se podría argumentar que la extracción y la quema deberían continuar hasta que se agoten esos combustibles fósiles —esas razones suelen etiquetarse de “pragmáticas”, “de la vida real” o “razonables”… Para conocerlas en detalle, basta con preguntar a uno de los más de 2500 lobistas del sector de los combustibles fósiles que han acudido a la COP28.

Sin embargo, la Edad de Piedra no terminó porque la humanidad se quedara sin piedras, como dijo una vez el secretario general de la ONU, António Guterres. Terminó porque herramientas y técnicas mucho mejores presentaron alternativas mejoradas para la supervivencia y mejora de las sociedades humanas.

A estas alturas de la COP28, al menos hay una cosa que está clara y es el largo juego de obstrucción y las tácticas empleadas por quienes buscan minimizar y eliminar las menciones a los combustibles fósiles de las decisiones de la COP. En la COP28, las revelaciones de la prensa sobre las presiones de la OPEC y la desacomplejada presencia de lobistas y relaciones públicas de los combustibles fósiles tiene el mérito de dejar más claras que nunca las líneas de batalla de las negociaciones climáticas.

Las controversias han seguido abundando y, de hecho, se han acelerado. El presidente de la COP28, el sultán Al Jaber, es también ministro de Industria de los EAU y máximo responsable de Abhu Dabi National Oil Company (Adnoc), la compañía petrolera nacional emiratí. Algunos han comparado esta situación con la de tener un congreso sobre la lucha contra el cáncer de pulmón presidido por un CEO de una tabacalera o, peor aún, tener a un pirómano de jefe de bomberos. Ante las numerosas acusaciones de conflicto de intereses, Al Jaber ha negado rotundamente ser parcial en su papel de presidente de la COP.

En los días previos a la COP también salió a la luz la influencia que sobre la presidencia de la COP tienen consultoras internacionales que también asesoran a la industria de los combustibles fósiles. Más recientemente, la BBC publicó una información filtrada que apuntaba a que la presidencia de la COP y Adnoc pretendían aprovecharse de la conferencia para cerrar y hacer avanzar acuerdos fósiles. Algo que también ha negado la presidencia emiratí.

Fotografía: COP28

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO