La política forestal de México, por medio del programa ProÁrbol, es paradójicamente la causante de la deforestación nacional, denunció el grupo internacional Greenpeace.
Según la organización ambientalista, esta estrategia federal no preserva los bosques y selvas, y permite que se sigan transformando en potreros para ganado, zonas agrícolas y áreas urbanas, lo que finalmente contribuye de manera negativa al cambio climático.
ProÁrbol no ha impedido que cada año se pierdan alrededor de 500 mil hectáreas de bosques y selvas, denunciaron.
Por lo anterior, México sigue siendo uno de los cinco países con mayor deforestación en el mundo y uno de los 20 que más contribuyen al calentamiento global, advirtieron.
Asimismo recordaron que desde la renuncia de José Cibrián Tovar, en marzo de este año, la Comisión Nacional Forestal carece de titular, lo que agrava aún más esta situación.
De acuerdo con la fuente, ProÁrbol es un programa creado para impulsar la reforestación y las plantaciones forestales comerciales, pero no frena el declive de los territorios maderables.
El coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace, Héctor Magallón, destacó que desde hace años esto representa un drama alarmante para México.
Sin embargo, el programa nacional en vez de revertirlo, ha destinado más de la mitad de sus recursos a acciones que no son las urgentes y necesarias ahora.
México no está preparado hoy para afrontar los compromisos asumidos a escala internacional en torno al cambio climático, pues no existen políticas adecuadas de aprovechamiento y conservación de los recursos forestales, advirtieron.
Si el presidente Felipe Calderón realmente quiere reducir emisiones, como ha dicho, debe comenzar por diseñar una política eficaz, subrayó Magallón.
Ésta debe tener como prioridad impulsar el buen manejo forestal comunitario, con el fin de detener la deforestación para los próximos años, concluyó.
Fuente: Notimex
