Especies

Redescubren escarabajo identificado por Darwin

El ejemplar se había dado por perdido y reapareció 182 años después

Puede considerarse la última aportación del naturalista inglés Charles Darwin a la biología moderna. Seguramente, no va a revolucionar nuestra comprensión de la vida en la Tierra como su famosa teoría de la evolución, pero sus colores brillantes pueden considerase un broche, siquiera de bisutería, a su genio. Se trata de un escarabajo que el científico recogió en 1832 en Bahía Blanca (Argentina), y que se había dado por perdido. Reapareció en 2008, y hoy, 205 años después del nacimiento de Darwin se publica la confirmación de que se trata de una especie nueva y se le ha dado su nombre: el Darwinilus sedarisi. El apellido, por cierto, es otro homenaje: al escritor y periodista estadounidense David Sedaris.

El ejemplar es uno más de los animales que se están redescubriendo en las enormes colecciones zoológicas que se crearon en los principales museos del mundo a partir del siglo XIX, que van desde avispas a mamíferos como el olinguito. En este caso, se sabe que formó parte del legado que Darwin dio al Museo de Londres.

La recuperación de la especie se ha debido a otro naturalista, Stylianos Chatzimanolis, un entomólogo de la Universidad de Tennessee en Chattanooga. Éste recibió un lote de ejemplares para su estudio, y, para su sorpresa, se encontró no sólo con una especie nueva (mejor dicho, habría que decir, no clasificada). Y, para una sorpresa mayor, se trataba de un ejemplar capturado por el mismísimo Darwin.

Chatzimanolis ha publicado su descubrimiento en Zookeys. Pero no se ha limitado a dejar constancia. Tras clasificar la nueva especie, ha hecho una exhaustiva investigación en otros museos, y conseguido localizar otros dos ejemplares. Ambos fueron capturados antes de 1935, lo que le hace temer que el descubrimiento haya sido, a la vez, el certificado de extinción de la especie.

Con información de El País

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