Especies

Observan a abeja gigante que se pensaba extinta

La abeja denominada “bulldog volador” fue descubierta por un equipo de científicos en Indonesia

Teorema Ambiental/Redacción

Una especie gigante de abeja que había sido vista por última vez en 1981 y se creía extinta fue hallada nuevamente por un grupo de científicos en su lugar de origen, Indonesia.

Se trata de la abeja gigante de Wallace o “bulldog volador” (Megachile pluto) que mide aproximadamente seis centímetros de longitud. Es la más grande del mundo y a pesar de su llamativo tamaño estaba perdida para la ciencia desde hace 37 años, pero se ha confirmado que sigue viva.

El esfuerzo de los investigadores permitió localizarla nuevamente en las islas Molucas del Norte, un grupo de islas de Indonesia y revivió la esperanza de que más bloques de la región aún alberguen a esta especie.

El redescubrimiento fue anunciado el pasado jueves por Simon Robson, de la Escuela de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente de la Universidad de Sydney; Glen Chilton, de la Universidad de Saint Mary, Canadá; Eli Wyman, de la Universidad de Princeton, y Clay Bolt, fotógrafo de conservación de Montana, quienes fueron apoyados por la organización Global Wildlife Conservation, para posteriormente mostrar al mundo las primeras fotografías y videos del acontecimiento.

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“En medio de un declive mundial, tan bien documentado, de la diversidad de insectos, es maravilloso descubrir que esta especie icónica todavía está aquí”, declaró Robson.

“Fue absolutamente impresionante ver a un insecto del que ya no estábamos seguros”, afirmó Bolt, un fotógrafo de historia natural especializado en abejas.

La abeja gigante hembra hace su nido en montículos de termitas arbóreas activas, utilizando sus grandes mandíbulas para recolectar resina de árbol pegajoso para alinear el nido y protegerlo de las termitas invasoras, de calor y humedad extremos y hasta de torrenciales aguaceros.

El equipo observó docenas de montículos de termitas en el transcurso de la búsqueda, pero fue hasta el quinto día de búsqueda cuando encontró a una sola hembra que vivía en un nido en lo alto de un árbol.

Esta especie de abeja lleva el nombre del entomólogo inglés Alfred Russell Wallace, quien encontró al enorme insecto cuando exploraba la isla indonesia de Bacan.

La última vez que se localizó a este insecto fue en 1981, cuando el entomólogo Adam Messer la redescubrió en tres islas indonesias y pudo observar parte de su comportamiento, pero desde entonces no había rastros de ella.

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