Una de las organizaciones más comprometidas realiza otros avistamientos nocturnos, como Los sonidos de la noche, en donde la vibración de miles de insectos produce un ambiente increíblemente similar al de una selva
México, D.F.— Luego de una temporada de reforestaciones y actividades de conservación, la luciérnaga, que casi se había extinguido en el área metropolitana del Valle de México, ha vuelto a aparecer en la reserva ecológica de la Sierra de Guadalupe debido a un esfuerzo conjunto entre agrupaciones activistas medioambientales y la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México.
La Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature) es una organización que lleva más de ocho años realizando recorridos nocturnos para mostrar a los visitantes la luminiscencia de los escarabajos en la Sierra de Guadalupe.
Esta agrupación ambientalista afirma que durante la segunda quincena de junio, los meses de julio y agosto, así como la primera semana de septiembre, se puede ver la luminiscencia en su mayor esplendor debido a que las luciérnagas se encuentran en su etapa de reproducción y utilizan la luz para atraer a sus parejas. Según la especie de que se trate, el color de comunicación puede ser amarillo, verdoso o rojizo.
Lucila Vázquez Córdova, coordinadora de Franature, destacó la actividad realizada por el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, de cercar cinco mil hectáreas que quedan de esa área natural protegida. Dicha medida ha permitido bajar los atentados a la fauna y la flora, dando apertura a la esperanza de preservar este fenómeno de la naturaleza.
Vázquez agregó que después de Nueva Zelanda, México posee el segundo santuario de luciérnagas en Nanacamilpa, Tlaxcala. Así es como el Área Natural Protegida de la Sierra de Guadalupe se perfila para ser una zona de conservación para la especie al ser también un sitio de paso de 135 especies de aves, como el pato canadiense que hace escala en este gran parque para adentrarse al lago Nabor Carrillo.
Asimismo, este ecosistema, pulmón de la megaurbe ubicado apenas a 60 minutos del Distrito Federal, también sirve de hogar de gatos montés, correcaminos, liebres, serpientes de cascabel, cincuates y ardillones.
La activista también comentó que en otras temporadas del año la organización realiza otros avistamientos nocturnos, como Los sonidos de la noche, en donde la vibración de cientos de miles de insectos como chicharras, grillos, pájaros nocturnos, murciélagos, águilas, lechuzas y búhos producen un ambiente increíblemente similar al de una selva.
