En Xochimilco, zona declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, se concentra parte importante de las 355 especies que se hallan en el Distrito Federal
El segundo fin de semana de mayo fue establecido por la organización no gubernamental World Migratory Bird Day como el Día Mundial de las Aves Migratorias. Este año está dedicado al tema “Destino Rutas Aéreas: Aves Migratorias y Turismo”. Los objetivos son conservar el ecosistema de las aves migratorias de la mano del desarrollo de las comunidades locales y el turismo de observación de fauna silvestre en todo el mundo.
El acuerdo de Aves Acuáticas Migratorias África-Eurasia (AEWA, siglas en inglés) fue establecido en 2006 por la Secretaría de la Convención sobre las Especies Migratorias de Animales Silvestres que se encuentra en Bonn, Alemania. En otros países es una actividad muy frecuentada, por ejemplo, en Estados Unidos 80 millones de personas pagan por ver aves, la actividad se llama birdwatching y es una opción de ecoturismo.
Las aves tienen importantes funciones para el desarrollo de biodiversidad: Polinizan, comen semillas e insectos para mantener un equilibrio ecológico, y esto ayuda, entre otros beneficios, a tener un ambiente sano. En México hay muchos factores que ponen en riesgo su hábitat como la contaminación, el desconocimiento de las especies que existen; ignorancia de las normas, leyes y convenios internacionales; la urbanización y cambios de uso de suelo, así como usos indebidos o no deseables como introducir aves exóticas.
Xochimilco un sitio privilegiado pese a urbanización
El maestro Alejandro Meléndez Herrada, del departamento de El Hombre y su Ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, comentó que en esa zona hay más de 212 especies nativas y migratorias en el área natural protegida que comprende ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco con una extensión de dos mil 657 hectáreas.
El especialista explicó las razones por las que se conserva tanta biodiversidad pese a la urbanización: “En el Distrito Federal hay 355 especies de aves, representan el 32% de las especies de todo el país. Hay dos zonas neogeográficas muy importantes que se conjuntan ahí, la neártica, con ambientes templados de América del Norte, y la neotropical, con ambientes tropicales de Centro y Sudamérica. Se concentran en Xochimilco por ser un sitio cenagoso con inundaciones someras, por las zonas de cultivo y las parcelas abandonadas que son su refugio, fuente de alimento y lugar para que se reproduzcan.”
Hay 80 especies asociadas a ambientes acuáticos como 19 especies de patos, 15 diferentes chorlos y playeros, 11 tipos diferentes de garzas como el garzón blanco, garza nivea, garcita de ganado y garcita azul. Aunado a las aves terrestres mosquero cardenalito, tigrillo, cenzontle, primavera y huitlacoches; además de diez aves nocturnas, principalmente búhos y lechuzas; 20 especies de aves rapaces diurnas desde gavilanes, halcones, milanos y quebrantahuesos, destacó el investigador en ecología y conservación de fauna silvestre.
Ante tal diversidad, 40% de las aves son migratorias y llegan en invierno. “Hay aves que vienen de Alaska, el Polo Norte, Canadá y Estados Unidos. Llegan por cuatro rutas: el Atlántico, el estado de Mississippi, el centro del país y el Pacífico. Al llegar al istmo de Tehuantepec ya no se sabe cuántas rutas se hacen porque se forma una especie de embudo. Muchas aves recorren cinco mil kilómetros de venida sólo para morir acá pues son cazadas, lo cual es una verdadera tristeza”, dijo Meléndez Herrada.
Las aves migratorias que se han visto en Xochimilco son el pelícano blanco (Pelicanus erythrorhynchos), el águila pescadora (Pandion haliaetus), martín pescador norteño (Ceryle alcion), aguililla cola roja (Buteo jamaicencis) y el halcón cernícalo (Falco sparverius) aunque llegan más de 90 diferentes. “Deforestar o desecar su hábitat es también acabar con la migración de aves. Tenemos la tasa más alta de deforestación en toda América Latina”, alertó el investigador.
Xochimilco se encuentra en un acelerado proceso de urbanización que pone en riesgo el hábitat de las aves nativas y las migratorias, una de las opciones para frenar la pérdida de este sitio, catalogado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, es incentivar un turismo respetuoso con la naturaleza, es el caso del avistamiento de aves, el cual atraería a turismo nacional y extranjero.
Con información de AMC
Teorema Ambiental
