El crecimiento de la mancha urbana en el Valle de México ocasiona que cada año se pierdan 500 hectáreas de áreas verdes, perjudicando a diversas especies animales.
Una de las más afectadas son las mariposas, que actualmente se encuentran en una situación vulnerable y que son necesarias para la polinización de plantas y el control natural de plagas.
Saúl Saldaña Martínez, coordinador del Mariposario de Pronatura, expresó: “muchas especies sí están siendo desplazadas por este mismo crecimiento; si desaparecen las mariposas adultas ya no pueden poner sus huevos y esto hace que sus ciclos se puedan ir perdiendo”.
Las mariposas requieren determinadas condiciones de temperatura y humedad para reproducirse, por lo que el crecimiento de la mancha urbana pone en riesgo a aquellas que no pueden adaptarse a sus nuevos espacios.
“La mariposa del madroño es una especie que tiene muy poca movilidad; la mancha urbana, al ir creciendo, ha ido haciendo que desaparezcan muchos árboles de este tipo, por lo que la especie está a punto de extinguirse aquí en el Valle de México”, apuntó Arturo Ramírez, del Mariposario de Pronatura.
Una alternativa para restablecer el hábitat perdido es mediante las azoteas verdes, o con plantas que favorezcan la existencia de insectos originarios del centro del país.
“Podríamos decir que el que desaparezcan ciertas mariposas implicaría que haya ciertos organismos, haya aves y haya algunos reptiles que se alimentan de estos organismos, entonces sí podría generarse un desequilibrio”, manifestó Saúl Saldaña.
Otra opción es fomentar los mariposarios, que además de contribuir a la conservación de estos insectos, pueden redituar provecho comercial.
“El producir mariposas implica que nosotros somos capaces de recuperar algunas especies y eso puede ayudar a reintroducirlas en ciertos lugares, con esto se evita el comercio ilegal”, expuso Arturo Ramírez.
En el Valle de México, se localizan 166 de las dos mil 500 especies de mariposas del país.
Fuente: Once Noticias
