La población de esta especie no se encuentra amenazada y tiene presencia desde el suroeste de Estados Unidos, hasta la cuenca del Amazonas en América del Sur
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del gobierno de la Ciudad de México, invitó al público a visitar el Museo de Historia Natural y conocer más sobre el aguililla gris (Buteonitidus), cuyo nombre deriva del latín buteo (halcón) y nitidus (radiante o brillante).
Esta ave es una excelente cazadora que se desplaza a gran velocidad y desciende de las alturas para atrapar con gran destreza a sus presas tanto en terreno abierto, como entre el follaje de los árboles.
Durante la temporada de cortejo, el macho y la hembra realizan un vuelo en círculos, emitiendo sonidos; por momentos, la pareja vuela alto para después dejarse caer en picada de manera abrupta y posteriormente volver a comenzar, en un impresionante alarde de manejo del espacio aéreo.
Construye su nido con una pequeña plataforma de ramas, cubierta con hojas, en donde incuban entre dos y tres huevos de color blanco azulado, a veces con unas pocas manchas de color marrón. Generalmente, ambos padres proporcionan alimento a las crías hasta que abandonan el nido, lo que ocurre generalmente a las seis semanas de edad, pero pueden regresar para descansar o dormir durante un tiempo más.
Su dieta es variada, prefiere alimentarse de reptiles como lagartijas y pequeñas serpientes, pero también atrapa crías de otras aves, insectos, como saltamontes o escarabajos, e incluso mamíferos pequeños (roedores).