Biodiversidad

Ecuador integra el Refugio de Vida Silvestre Pimampiro Sistema Nacional de Áreas Protegidas

  • Estudios previos identifican cinco ecosistemas y se estima que existen más de 131 especies de flora, sin contar las más de 200 especies endémicas de orquídeas

Teorema Ambiental/Redacción

En la “Tierra del Sol”, Pimampiro, se sumó un nuevo territorio al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), de Ecuador, mediante la entrega del Acuerdo Ministerial N°066 que declara al Refugio de Vida Silvestre Pimampiro y sus 3 690.15 hectáreas de superficie, como el área protegida número 76 en el ámbito nacional, instituida por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) a solicitud del GAD Municipal San Pedro de Pimampiro de la provincia de Imbabura.

José Dávalos, ministro de Ambiente de Ecuador, destacó “nosotros estamos marcando el camino hacia la sostenibilidad de la naturaleza, mediante procesos que fomentan la política pública de la transición ecológica. Estamos seguros que hacemos las cosas por el bien de nuestro patrimonio y sé también que con cada acción, pequeña o grande, estamos asegurando un ambiente digno y sano para todos nosotros y las futuras generaciones”.

El área se encuentra ubicada entre las parroquias de Pimampiro, Chugá y San Francisco de Sigsipamba, y tiene como finalidad desarrollar alternativas de uso sustentable de los recursos naturales, bienes y servicios ecosistémicos, así como garantizar una adecuada calidad de vida a los habitantes del cantón, mediante la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales.

Además, esta zona estratégica constituye un espacio de conectividad entre el Parque Nacional Cayambe Coca, el Área Ecológica de Conservación La Bonita Cofanes – Chingual y el Área Protegida Autónoma Descentralizada Cordillera Oriental del Carchi; asimismo, contribuye a la conservación de los ecosistemas como el bosque siempreverde montano alto del norte de la Cordillera Oriental de los Andes.

El Refugio Pimampiro tiene una importancia hídrica y ecológica singular, pues contiene cinco ecosistemas agrupados en dos categorías: páramos y bosques montanos (bosques nublados) que son denominados ecosistemas frágiles. El ecosistema más representativo es el bosque siempreverde montano alto que abarca un 66 por ciento del territorio y el herbazal del páramo con un 17 por ciento.

Su diversidad de especies de flora y fauna, endémica y nativa, contribuyen a asegurar el buen estado del sistema hídrico cantonal, ya que brindan múltiples beneficios en calidad y cantidad del recurso hídrico el cual es aprovechado para el uso doméstico y agropecuario.

Este espacio del patrimonio natural tiene la capacidad de capturar carbono y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. A esto, se suma su belleza natural, que brinda un servicio paisajístico para ser disfrutado por el turismo, beneficiando a los habitantes de la zona.

Fotografía: MAATE

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