Un recorte de esta magnitud es humana y socialmente inaceptable, cuando el acceso al agua se ha reconocido como un derecho humano: Coparmex
Ciudad de México.— El Congreso de la Unión debe reconsiderar el recorte de 70 por ciento sobre el presupuesto de agua, que plantea el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 (PEF2017) para la Ciudad de México, señaló el presidente de Coparmex-CDMX, Jesús Padilla Zenteno.
Un recorte de esta magnitud es humana y socialmente inaceptable, cuando el acceso al agua se ha reconocido como un derecho humano y es indispensable para la viabilidad de la ciudad y sus 8.8 millones de habitantes, señaló Jesús Padilla.
Por su parte, Carlos Mendoza, presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable de Coparmex-CDMX, enfatizó que “el primer reto para la capital es que los diputados devuelvan los 679 millones de pesos que eran destinados para agua y drenaje, pues podría derivar en un grave problema dado que se prevén bajos niveles de lluvia en los siguientes años y ello podría derivar en cuadros de escasez que generen graves conflictos sociales”.
En la última evaluación respecto a la calidad, cobertura y tratamiento de aguas residuales, hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las ciudades mexicanas ocuparon las últimas posiciones en un ranking de 48, siendo la Ciudad de México una de las que más desperdicia, con una pérdida de 40 por ciento anual.
Jesús Padilla refirió que para la OCDE la falta de agua es una de las principales causas de desigualdad en el país, y en el caso de la Ciudad de México el desarrollo económico y la concentración demográfica, generan una gran presión sobre el líquido, lo que afecta la estabilidad social, económica y política.
En este sentido, consideró indispensable que los legisladores decidan reintegrar el presupuesto completo de mil 117 millones 833 mil pesos que recibía la ciudad para llevar a cabo la gestión de aguas, pues aun cuando son inversiones con poca visibilidad y efectos políticos son indispensables para garantizar la buena marcha de la ciudad, ya que afecta a programas de atención de fugas, renovación de la red hidráulica y cambio de válvulas.
Padilla Zenteno y Carlos Mendoza coincidieron en que la gestión hídrica de la ciudad no puede seguir rigiéndose por planes de corto plazo y decisiones políticas de último momento. Se requiere, dijeron, un proyecto de largo alcance que contemple la renovación de infraestructura que supera los 50 años de edad, ubicación de fugas y servicio de monitoreo para evitar nuevas fallas en el sistema, así como inversión en el tratamiento y sistemas de recuperación de aguas residuales.
Fuente: Teorema Ambiental
