Ciencia y tecnología

Científicos mexicanos hallan la materia perdida del universo

El hallazgo valió la reciente publicación en la revista Nature bajo el título Observations of the missing baryons in the warm–hot intergalactic medium

Teorema Ambiental/Redacción

La materia bariónica o comúnmente conocida como la “materia ordinaria perdida del universo” y que es con la que se compone todo lo existente, fue hallada recientemente en el medio intergaláctico con ayuda de los telescopios espaciales XMM-Newton y Hubble, y con el Gran Telescopio Canarias en la Tierra, a través de las investigaciones de un grupo internacional de astrónomos, entre los que se incluyen mexicanos.

El doctor Yair Krongold Herrera, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y los doctores Divakara Mayya y Daniel Rosa, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), forman parte de este grupo de especialistas que tras 12 años de investigación han encontrado las evidencias que ayudan a constatar la teoría de la llamada Gran Explosión o Big Bang.

Al respecto, Yair Krongold explicó la importancia de este hallazgo en la conformación del universo y en la manera de localizar la materia ordinaria tenue. El hallazgo valió la reciente publicación en la revista Nature bajo el título Observations of the missing baryons in the warm–hot intergalactic medium, publicado en el ejemplar de junio de 2018.

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De acuerdo con el especialista, si se toma la cantidad de materia ordinaria del universo que predice la teoría del Big Bang con la cantidad de materia que se mide a través de la radiación cósmica de fondo, la luz más antigua que vemos del universo, y se compara con lo que hoy se observa en el universo cercano, hay aproximadamente 50 por ciento de materia perdida.

“Existe coincidencia al comparar la cantidad de materia ordinaria predicha por el Big Bang con la información inferida de la luz remanente del universo muy joven —conocida como radiación cósmica de fondo—, como también la hay con la cantidad de materia observada en el universo distante. Sin embargo, cuando se trata de distancias más cercanas a nosotros, se pierde paulatinamente evidencia de esta materia.”

Mencionó que esa cantidad de materia ordinaria que había antes comienza a perderse y ya no se sabe dónde está, aunque en términos generales la cantidad de materia que hay en las galaxias tan solo es la quinta parte del total, y el resto está en el medio intergaláctico.

Debido a sus altas temperaturas, este material bariónico se presenta de manera muy tenue y en forma de filamentos en el espacio intergaláctico, por lo que es difícil de detectar y sobre todo cuantificar.

Este material emite muy poca luz propia, lo que hace más complicada su ubicación al no poder observarse directamente; por esto es imperativo ver la sombra de dicha materia, y para lograrlo se necesita de la búsqueda de objetos distantes en el universo como los cuásares, que proyectan un gran brillo, así se aprecia la sombra de la materia tenue en la luz que llega de ellos.

“En los cuásares hay un agujero negro supermasivo que se come una gran cantidad de material y que irradia una gran cantidad de luz que sale en dirección hacia nosotros”, explicó Yair Krongold.

La idea de este trabajo de 12 años de duración fue utilizar rayos X en uno de estos cuásares y ver la sombra de la materia bariónica. Debido a su tenuidad, se necesitó de una gran observación del telescopio espacial de rayos X XMM-Newton, propiedad de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).

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