Teorema Ambiental/Redacción
TIPA, una compañía israelí, ha desarrollado empaques de alimentos transparentes y flexibles, que puedan ser usados en composta, pues se degradan rápidamente, en un proceso en el que la materia orgánica se descompone y vuelve a formar parte de los ciclos naturales que nutren la tierra.
La composta se forma cuando se acumulan desperdicios orgánicos en un área preparada para tal fin. Al ser degradados por bacterias y hongos forman abono orgánico natural. Estos materiales no incluyen metales, plásticos y otros materiales sintéticos quedan excluidos del proceso y van a parar a los basureros, y en ocasiones, a los estómagos de la fauna marina o bien contaminan suelos y cuerpos de agua.
Por ello, TIPA ha generado la tecnología que permite que lo que actualmente consideramos envases contaminantes, principalmente hechos de plásticos, retornen rápidamente al ambiente. Sin embargo no pierden sus condiciones de durabilidad en almacén y estantes, transparencia, sellado, impermeabilidad y flexibilidad para la conservación de los alimentos.
Su innovador producto ya ha sido elegido por Google Express, el portal de compras de Google, para enviar sus productos.
Gracias a un equipo profesional compuesto por investigadores, doctores, expertos en química y bioplásticos y especialistas en ingeniería de alimentos, el empaque artificial de TIPA, al ser desechado, se comporta como lo hacen las cáscaras de naranja o de aguacate, y su apariencia y funcionalidad es exactamente igual a las bolsas plásticas convencionales.
En 11 semanas una pieza de empaque TIPA se convierte en materia orgánica que se integra al ciclo natural. Se trata del primer envase con estas características en el mercado.
Su catálogo ofrece una variedad de empaques que incluyen los de base plana estabilizadora, los laminados metalizados, con válvula para el café en granos, bolsas tradicionales para snacks, bobinas para fabricación de empaques, entre otras opciones.
