La popularización en el uso de bicicleta no sólo implica ventajas, ya que ciclistas y automovilistas aún deben adaptarse al cambio
México, D.F.— El uso de la bicicleta como medio de transporte ha cambiado dramáticamente el estilo de vida en la capital mexicana.
Empezó con paseos dominicales y ha crecido tanto en número de vehículos como en las facilidades otorgadas por el gobierno local para su uso: bicicletas en renta, ciclovías y modificaciones al reglamento de tránsito. Sin embargo, también ha crecido el número de infracciones de tránsito cometidas frecuentemente por ciclistas novatos que desconocen la legislación correspondiente y aumentan el conocido caos vial en la capital mexicana, según ciclistas veteranos.
“Me alegra este boom del ciclismo porque cada día más personas empiezan a pedalear. Sin embargo, cada día también veo más ciclistas que circulan como si manejaran un coche”, dijo Rogelio Garza a CNN México, refiriéndose al hecho de que en la ciudad es posible manejar un automóvil sin siquiera aprobar un examen de manejo.
“Con el argumento de que no hay vías seguras para circular en bici, invaden la vía peatonal y van por las banquetas y los camellones, se exponen por pedalear en sentido contrario o pasarse los semáforos en rojo. Y se molestan si se les menciona”, afirma Garza, un publicista de 43 años que ha usado la bici para desplazarse durante dos décadas.
Según el Manual de Ciclismo Urbano de la ciudad, al circular sobre pasos peatonales y en sentido contrario, los ciclistas ponen en riesgo principalmente a los transeúntes, pero también a automovilistas y a ellos mismos, debido a que en el arroyo vehicular aumentan las posibilidades de choques y en los pasos peatonales los distintos obstáculos pueden causarles caídas.
No existen registros precisos del número de infracciones de ciclistas, pues los policías de tránsito concentran su vigilancia principalmente en las actividades de los autos. Además, el Reglamento de Tránsito Metropolitano sólo castiga las faltas de ciclistas con amonestaciones verbales.
La Secretaría del Medio Ambiente —encargada de la Estrategia de Movilidad en Bicicleta de la ciudad— identifica un aumento en el uso de bicicletas desde 2010, cuando fue implementado el programa de bicicletas públicas Ecobici y al mismo tiempo el Reglamento de Tránsito las reconoció legalmente como vehículos, con lo cual adquirieron los derechos y obligaciones ante la ley.
Sólo Ecobici suma 70 mil usuarios, de los cuales 64 por ciento no consideraba la bicicleta como medio de transporte antes del programa, según una encuesta de las empresas Kaleydoscopio y Gabinete de Comunicación estratégica difundida en julio pasado.
Más de 60 por ciento de los encuestados respondieron que no se puede andar en bicicleta en la ciudad debido a que “es peligrosa” y como principal causa de esto señalaron la falta de educación vial.
“Es difícil animarse a salir en bici, porque los coches imponen, la calle te impone, por el simple hecho de que en bicicleta tú eres la carrocería”, aseguró Armando Ortiz, diseñador gráfico de 28 años y usuario reciente de Ecobici.
“A veces es simplemente que nos estamos comportando como todo lo que criticamos.” Bernardo Baranda se refirió así a los reclamos constantes de los ciclistas hacia los abusos de los automovilistas. Baranda es otro ciclista veterano y ahora es director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés).
Peatones, los más vulnerables
Según la Secretaría de Tránsito y Vialidad (Setravi) del DF, los peatones son los más vulnerables cuando los ciclistas invaden banquetas o circulan en sentido contrario, aunque no existe una cifra oficial de choques entre ciclistas y transeúntes, pues comúnmente no son denunciados.
Joaquín Fernández, propietario de una papelería, dice que ha sido embestido en tres ocasiones por ciclistas que circulan sobre la banqueta. Según explica, esto aumentó desde que la expansión de Ecobici alcanzó su barrio, a principios de este año.
“Nunca me ha pasado algo grave, fueron roces y ya, pero es de lo más incómodo tener que estarte cuidando hasta en la banqueta”, añade.
En los accidentes entre bicicletas y autos, los ciclistas suelen ser los más perjudicados. En 2012, la Procuraduría capitalina registró 118 accidentes en los que fueron atropellados usuarios de bicicletas.
En mayo pasado, un ciclista circulaba con su hijo de 12 años y su perro. En un momento del recorrido, pasó sin avisar al carril central y la conductora del vehículo que estaba atrás, sin ver el movimiento, los embistió. El ciclista y su hijo fueron hospitalizados y las autoridades atribuyeron las causas del accidente al ciclista, quien cometió “al menos dos violaciones al Reglamento de Tránsito” como rebasar la capacidad de ocupantes en el vehículo.
La Secretaría del Medio Ambiente realizó a mediados de julio el programa BiciEscuela de Verano, para dar educación vial y mecánica básica. Durante casi un mes, el programa recibió a casi siete mil 500 participantes, de los cuales más de 60 por ciento fueron niños.
Sin embargo, hacer conciencia en una ciudad donde se realizan 22 millones de viajes diarios rebasa la capacidad de funcionarios y ciudadanos dedicados a ello, considera Areli Carreón, integrante de la asociación civil Bicitekas y ciclista con más de 15 años de experiencia.
Fuente: CNN
