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A casi 2 décadas de distancia, la atención médica de las macotas ha evolucionado gradualmente

  • La importancia de la relación entre la UNAM y Banfield es proporcionar a los alumnos de la Facultad de Veterinaria la posibilidad de adquirir experiencia real con casos clínicos

Teorema Ambiental/Redacción

Hace 19 años, el Hospital Veterinario UNAM–Banfield suscribió un convenio para formar parte de la institución educativa más importante de América Latina, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde entonces y hasta la fecha, la importancia de la relación entre la UNAM y Banfield es proporcionar a los alumnos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia la posibilidad de adquirir experiencia real con casos clínicos.

El Hospital Veterinario UNAM-Banfield, pionero en la medicina preventiva, ha sido clave en este proceso de evolución. “Los futuros veterinarios observan el manejo de un paciente desde el ingreso, diagnóstico y tratamiento certero, así como la importancia de la interacción con la familia de la mascota. Esto les permitirá en su práctica profesional enfrentar casos similares”, comenta Fausto Reyes Delgado, director médico del hospital.

En cuanto a la tenencia responsable de mascotas, el especialista veterinario destaca que desde 2005 a la fecha “se ha observado una evolución en el cuidado de las mascotas. La atención por parte de tutores ha mejorado. Sin embargo, es importante reforzar aún más la educación por parte del médico veterinario hacia los tutores para redondear el círculo del cuidado de mascotas en relación a las técnicas médicas y la atención proporcionada en casa”.

La experiencia acumulada durante casi 20 años le permite al Dr. Reyes Delgado aconsejar al gremio estudiantil que la relación entre el animal de compañía y el humano “va más allá de tenerlos en casa y proporcionarles cuidados básicos. Es el tener una compañía incondicional por un periodo de ocho a diez años en promedio. Además que para brindarle una atención adecuada no basta con ser médico veterinario, se necesita tener una certificación y estudios más amplios para poder cubrir sus necesidades médicas”.

Aquella sugerencia la hace a los aproximadamente 550 alumnos que cada año conforman la matrícula de los cuatro programas de rotaciones implementados por el hospital.

El sentimiento y la ciencia se fusionan en el especialista que desde hace 19 años es pilar del hospital, donde trabajan para lograr vidas más largas, saludables y felices para las mascotas y sus familias, al compartir que “lo más gratificante durante estas casi dos décadas es el poder realizar dos de mis pasiones: la atención de mis pacientes y la vinculación académica mediante la atención de los alumnos en su proceso de entrenamiento en el área de medicina veterinaria en pequeñas especies”, concluyó el director médico de Hospital Veterinario UNAM-Banfield.

Fotografía: Hospital Banfield

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