Sostenibilidad

Organizaciones presentan Hoja de ruta para recuperación pospandémica

La Revolución Sostenible tiene que ser ambiciosa, y va más allá del #BuildBackBetter, acá proponemos una transformación, afirma Cepal

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 29 de octubre de 2020.— El Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones presentaron este martes, la Hoja de ruta para la adopción de un nuevo contrato social y modelo de desarrollo verdes en los planes de recuperación de México y América Latina tras la pandemia de covid-19 de la iniciativa Revolución Sostenible.

El documento recoge 52 líneas de solución basadas en evidencia, datos y experiencias provenientes de expertos, ONG locales e internacionales, autoridades gubernamentales de los tres niveles de gobierno de México y América Latina, el sector empresarial, el sector financiero, la sociedad civil organizada, los jóvenes y agencias de cooperación internacionales.

Su objetivo es que estas medidas sean integradas a los planes de recuperación pospandémicos de México y la región, y que permitan no solo atender las crisis desatadas por la pandemia de covid-19, sino que también conduzcan a la transición hacia sociedades más resilientes a desastres y enfermedades, más justas y equitativas y cuidadosas del medio ambiente.

Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI México, explicó que atravesamos la peor crisis económica y humanitaria en 100 años, por lo que es crucial una respuesta conjunta.

“Es indispensable que busquemos soluciones que atiendan de manera simultánea los desafíos a los que nos enfrentamos como humanidad, bajo el entendimiento que estas crisis están interconectadas, y que todas ellas afectan de manera desproporcionada a los más pobres y a los más vulnerables”, dijo.

Añadió que en la coalición creemos que mediante políticas e inversiones inteligentes, respaldadas e impulsadas por un liderazgo audaz, las naciones del mundo pueden, en el corto plazo, reconstruirse de mejor manera, y, en el lago plazo, reactivar y reconfigurar sus economías para que sean más fuertes, resilientes, justas, seguras y sostenibles.

Joseluis Samaniego Leyva, director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dijo que si bien muchos de los problemas de América Latina y el Caribe no iniciaron con la pandemia, el coronavirus hizo evidente la importancia de la inversión en bienes públicos para la región y la necesidad de revisar el modelo de desarrollo imperante.

Afirmó que para resolver las brechas sociales, ambientales y económicas no cabe cualquier política pública ni cualquier inversión, sino que se debe ser selectivo.

Dominic Curran, jefe de Finanzas Climáticas Internacionales de la Embajada Británica en México, afirmó que, como anfitrión de la cumbre climática COP26, para Reino Unido la noción de reconstruirse y reinventarse es una guía, y resaltó tres aportaciones de la Hoja de ruta de Revolución Sostenible.

La primera, explicó, es la identificación del papel de cada actor y sector de la sociedad en la recuperación pospandémica.

“Segundo, que no se pueden separar las dimensiones del medio ambiente de la igualdad y la inclusión y de la recuperación económica, esto es el hilo conductor de la RS, y es un principio imprescindible. Y tercero, que las recomendaciones de la Hoja de ruta no son sueños, es un plan práctico y que se puede implementar desde hoy”, dijo.

Natalia Lever, directora regional para México y Latinoamérica en The Climate Reality Project, resaltó la participación de la sociedad en la implementación de las soluciones esbozadas en el documento.

“Es suficiente con que el 3 por ciento de una población tome postura para garantizar un cambio, lo que se conoce como un movimiento de masas, es necesario que solo una porción tome acciones articuladas”, dijo.

Por su parte, Jorge Rickards, director Ejecutivo de WWF México, recordó que la pandemia es una consecuencia directa de la degradación ambiental, y llamó a repensar el concepto de salud global.

“(Hay que pensar) en la conexión entre la salud humana, la salud de los ecosistemas y de las economías, y creo que (la Hoja de ruta) de Revolución Sostenible es un primer paso que nos lleva hacia allá”, dijo, y llamó a fortalecer también los mecanismos de gobernanza de los sistemas ambientales.

Revolución Sostenible se dividió en cinco grandes ejes temáticos: Ciudades, Movilidad, Bosques, Energía y Financiamiento, y en tres ejes transversales: el rol de los gobiernos subnacionales, el sector empresarial y la calidad del aire. El documento también recopila una docena de propuestas de jóvenes de preparatoria y secundaria que participaron en las sesiones aliadas de la iniciativa.

Líneas de solución

Pablo Lazo, director de desarrollo urbano y accesibilidad de WRI México, presentó el apartado de Ciudades, que plantea la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo urbano para tener ciudades más equitativas y resilientes a las crisis económica, climática y de salud globales.

El documento menciona la reducción de las brechas de inequidad en el acceso de las personas a los bienes, servicios y oportunidades de las ciudades y la relocalización de las estrategias de recuperación a la escala de barrio.

Dennis Quennet, director de los Programas de Ciudades, Transporte e Industria Sustentable de GIZ México, presentó las líneas de solución del apartado de Movilidad, el cual expone el papel del sector como medio para proteger la vida y lograr la equidad y justicia social.

“No puede haber una recuperación sostenible sin un cambio en la forma en que nos movemos, la movilidad también es un reto de justicia social y se puede organizar de otra manera”, dijo.

Teresa Tattersfield, gerente del programa de bosques de WRI México, abordó el apartado de Bosques del documento, y resaltó que la particularidad y gran aporte de esa sección es que rescata las soluciones planteadas por las mismas comunidades forestales.

Entre las soluciones planteadas destacan potenciar el capital humano comunitario y detonar el desarrollo agrícola y silvícola mediante la educación y capacitaciones técnicas, con un enfoque en la conservación de los recursos naturales, y reconocer a la actividad forestal como prioritaria para incluirla en los planes de reactivación económica y de respuesta a la pandemia.

Adrián Fernández, director Ejecutivo de la ICM, expuso las líneas de solución del apartado de Energía, el cual aborda el desafío de impulsar un sistema energético eficiente y justo. Destacó que el sector energía es uno de los que ofrece mayores oportunidades, pues puede ayudar a incentivar la economía a la vez que aborda problemas ambientales y climáticos.

Roberto Manrique, representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), habló del apartado de Financiamiento, como un rol facilitador del sector para lograr una recuperación equitativa y alineada con las metas climáticas nacionales.

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