Sostenibilidad

MAPFRE reduce su huella de carbono global un 26 %, con políticas de sustentabilidad

  • La huella relacionada con los viajes de negocios disminuyó 68 %, sobre todo en países como Honduras y Paraguay, y gracias a políticas que fomentan la movilidad sostenible

Teorema Ambiental/Redacción

MAPFRE ha superado todos los objetivos de reducción que se había propuesto para reducir la huella de carbono que genera con su actividad. La aseguradora ha disminuido su huella de carbono global un 26 por ciento respecto a 2019, lo que representa 22.5 puntos por encima del reto marcado para 2022 (3.5 %).

En un comunicado, la aseguradora multinacional explicó que este descenso se debe al esfuerzo que realiza el Grupo para seguir avanzando hacia la descarbonización de la economía, no solo por medio de la inversión y la suscripción, sino también con medidas para reducir la huella de su operación directa.

Entre ellas, destaca la restricción de combustibles fósiles y electricidad, la utilización de fuentes de energía renovables, como la solar, la sustitución de su flota de vehículos convencionales por híbridos o eléctricos, y la reducción de los viajes de negocios y los desplazamientos de sus empleados a los centros de trabajo.

Los resultados reflejan el alto compromiso de MAPFRE por la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, con objetivos públicos como reducir al 50 por ciento la huella de carbono operativa del Grupo a 2030 (respecto a 2019) y convertirse en una compañía neutra en todos los países en 2030, retos que implican conocer su huella actual e identificar estrategias a corto, mediano y largo plazo para reducirla y compensar la parte que no pueda eliminar.

Menos combustibles fósiles

En 2022, el Grupo adquirió el 65 por ciento de la electricidad con certificados de garantías de origen 100 por ciento renovable, gracias a los contratos de compra de electricidad verde con los que actualmente cuentan países como España, Alemania y Paraguay (100 %), Portugal (99 %), Brasil (70 %) e Italia (50 %) y que implica que todos ellos hagan mayor uso de energías limpias y que requieren menor quema de combustibles fósiles en la generación de dicha electricidad. En este sentido, cabe destacar que la compañía se ha comprometido a que el 100 por ciento del consumo eléctrico para 2030 provenga de energías limpias.

La compañía ha reducido, además, un 9 por ciento la huella de carbono vinculada principalmente al consumo de combustibles, superando ampliamente el objetivo marcado del 1.7 por ciento, en mayor medida debido a la sustitución progresiva de la flota propia de vehículos, con motores de combustión convencional por vehículos híbridos o eléctricos, que en 2022 representaron el 15 por ciento y que aspira al 100 por ciento para 2030. Ha influido, además, el uso de calefacción sostenible que ha permitido a la entidad reemplazar calderas de gasóleo y gas natural por bombas de calor eléctricas.

Movilidad: menos viajes de negocio

La huella de carbono indirecta, asociada principalmente a la movilidad de los empleados, también se ha reducido, en concreto un 29 por ciento frente a 2019, un dato que excede ampliamente el objetivo fijado (3.5 por ciento para este año) y que implica un avance importante en este sentido, ya que tanto los viajes de negocio como los desplazamientos diarios al centro de trabajo, más conocido como commuting, representan más del 65 por ciento de las emisiones totales.

En este descenso ha influido la nueva política de viajes que la compañía ha aprobado recientemente y que persigue eliminar los desplazamientos innecesarios y fomentar el uso de transporte sostenible, como por ejemplo el uso del tren de alta velocidad frente al avión. Ambas medidas han contribuido a que la huella de carbono procedente de los viajes de negocio en 2022, se haya reducido un 68 por ciento respecto a 2019, lo que supera de forma significativa el objetivo previsto del 2 por ciento para el año 2022. Entre los países que más la han reducido se encuentra Honduras (97 %), Paraguay, Uruguay y Venezuela (96 %), Panamá (95 %), Chile (93 %), Colombia (91 %) y EEUU, El Salvador y Guatemala (89 %).

Un 12 % menos de energía

En 2022, el consumo energético del Grupo MAPFRE, vinculado al consumo de energía de los edificios y la flota de vehículos, se redujo un 12 por ciento respecto a 2019, lo que supera ampliamente el objetivo previsto para 2022 del 3 por ciento. Dicha reducción se debe sobre todo a la implantación de modelos híbridos de trabajo, optimización de espacios de trabajo, inversiones de eficiencia energética y renovación de flotas de automóviles a motores ECO y más eficientes. Los países que más han contribuido a esta reducción son Guatemala (61 %), Turquía y Brasil (46 %), Ecuador (41 %), Chile (34 %), El Salvador (29 %) y Colombia (28 %).

Más placas solares

Actualmente, el consumo eléctrico representa más del 70 por ciento del consumo del Grupo. En 2022, la energía eléctrica adquirida total se ha reducido en 16 gigavatios hora (GWh), lo que supone un 14 por ciento menos respecto a 2019. Los países que mayor esfuerzo han hecho para reducir el consumo eléctrico son Turquía (49 %) y Brasil (43 %), Chile (39 %), Colombia (33 %), Ecuador (32 %), EEUU (30 %) y El Salvador (30 %).

Cabe destacar el impacto de la instalación de paneles solares en España, con 4700 placas fotovoltaicas, que permite reducir anualmente 3 GWh en la sede central de la entidad. A la generación de energía solar en España, en 2022, se han sumado otros países como México, República Dominicana e Italia, que generan ya 0.2 GWh entre los tres países.

Fotografía: MAPFRE

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