Sostenibilidad

La historia detrás del café que se bebe en los restaurantes Toks

Al año, se sirven alrededor de 120 millones de tazas de esta bebida en todas las sucursales de la cadena

José Luis Martínez

Ciudad de México, 8 de octubre de 2019.— Desde 2016, la cadena de restaurantes Toks se alió con la Cooperativa de Productores Orgánicos de Tacaná, para implementar un programa de Proyectos Productivos. Para documentar esta historia, con sus luces y sombras, este lunes se presentó el libro Tacaná: Historia de un proyecto de café socialmente responsable en Chiapas, México, elaborado por Gustavo Pérez Berlanga, director de Responsabilidad Social Empresarial de Toks.

Se trata de un viaje hacia los cafetales ubicados en las faldas del Tacaná que busca beneficiar las comunidades, el medio ambiente y la calidad de su producto.

La Cooperativa de Productores de Tacaná está conformada por pequeños cafeticultores de 21 comunidades ubicadas en las faldas del volcán Tacaná, una reserva natural de la biosfera en el límite entre Guatemala y México, y surgió como una alternativa para informar a los productores de técnicas para optimizar los cultivos, enfrentar las inclemencias del clima y las trabas comerciales que les imponían los intermediarios que tenían a los productores en crisis, pues en promedio cada productor solo recibe 36 centavos por cada taza que se sirve en México.

Sin embargo, el café de Chiapas tiene gran calidad como un café de altura, producido en una reserva natural de la biosfera, que actualmente ya es exportado a Suiza y EEUU. Además, una fracción de esta producción alcanza un precio en el mercado de hasta tres veces superior al que se establece en las bolsas de valores del mundo, para toda su comercialización a escala mundial.

El libro narra los problemas que han librado contra los intermediarios y otros intereses que tiene esta industria a escala mundial en dos empresas monopólicas para establecer nuevos canales de venta y distribución, que beneficien a los productores y abran un camino para que este producto llegue a más personas.

Luego de asociarse con Toks, la cooperativa comenzó a producir más de 100 toneladas para la cadena de restaurantes, pero el impacto fue mucho mayor. También reciben asistencia médica especializada para distintas enfermedades, han podido exportar su producto al extranjero, han recibido capacitación para optimizar sus procesos y han aprendido técnicas de agricultura sustentable para disminuir el impacto medioambiental y darle un respiro a la tierra del Tacaná.

“Tacaná no es solo una historia de negocios, es una historia de vida y de amor al buen café. Es un relato de supervivencia y de reinvención en la que la alianza de una empresa con una comunidad de productores locales —alineada con los Objetivos de Desarrollo Sustentable— muestra un caso exitoso de sinergia, poniendo al medio ambiente como protagonista y permitiendo el desarrollo económico y social de los pequeños productores del país”, concluyó Gustavo Pérez.

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