- Este centro, el primero de su categoría en Norteamérica, promueve la economía circular y busca satisfacer la creciente demanda de plásticos reciclados de alta calidad
Teorema Ambiental/Redacción
Stadler Anlagenbau GmbH, en colaboración con Krones, ha diseñado e instalado el nuevo Centro de Polímeros de Republic Services en Las Vegas (Nevada). Allí se procesan botellas, envases y todo tipo de recipientes de plástico para producir envases nuevos. Este centro, el primero de su categoría en Norteamérica, promueve la economía circular y busca satisfacer la creciente demanda de plásticos reciclados de alta calidad para fines alimentarios.
Republic Services, líder del sector de servicios medioambientales en EEUU, ha inaugurado el primer centro de reciclaje de plásticos verticalmente integrado que produce resinas para su uso en envases sostenibles. Krones, que ha actuado como contratista general en el proyecto del nuevo Centro de Polímeros de Las Vegas, trabajó estrechamente con Stadler, que se hizo cargo de la clasificación mecánica de las líneas de PET y PO.
La nueva planta producirá más de 45 000 toneladas al año de productos de resina recuperada que se devuelven a través de la economía circular.
El nuevo Centro de Polímeros procesa plásticos preclasificados recogidos por Republic Services en el oeste de Estados Unidos. Recupera PET, que se convierte en escamas de PET reciclado (rPET) listas para convertirse en nuevas botellas, y en poliolefinas (PO) listas para usar en la producción de botellas, envases y todo tipo de recipientes nuevos.
“El Centro de Polímeros es la primera planta de este tipo en Norteamérica”, explica Pete Keller, vicepresidente de reciclaje y sostenibilidad de Republic Services. “Es la primera vez que una empresa estadounidense gestiona el flujo completo de reciclaje de plásticos, desde la recogida de residuos domésticos hasta la producción de resinas recicladas de alta calidad listas para usar como envases sostenibles.”
Este importante proyecto de Republic Services exigió una planificación e investigación cuidadosas para seleccionar a los mejores socios: “Empezamos a perfilar el modelo de negocio del Centro de Polímeros en 2019”, explica Pete Keller. “Elegimos a Stadler y a Krones porque queríamos obtener el producto de mejor calidad y con mayor valor del mercado.
“Estábamos familiarizados con los equipos y el personal de Stadler, y sabíamos que lograríamos un diseño sólido. Habíamos oído que la línea de lavado de Krones producía las escamas de rPET de mejor calidad del mercado. Estos sistemas nos permiten producir materiales clasificados por colores para usos alimentarios de un modo que no había sido posible hasta ahora, dotando de una mayor circularidad a los materiales.”
Una planta de dos líneas cierra el círculo del plástico reciclado de alta calidad para usos alimentarios
El Centro de Polímeros de Las Vegas clasifica y procesa los materiales, que se entregan en balas, en dos líneas: una para PET y otra para plásticos mixtos. Cada una de ellas cuenta con una capacidad de cinco toneladas/hora.
“Se trata de la planta de reciclaje de plásticos de doble línea más grande de EEUU”, comenta Mat Everhart, CEO de Stadler America LLC (una filial de Stadler Anlagenbau GmbH). La previsión es devolver más de 45 000 toneladas de plástico al año a la economía circular mediante la producción de material reciclado de alta calidad para usos alimentarios listo para crear nuevos envases.
Los materiales que entran en la línea de PET se someten a un proceso de separación mecánica y después se limpian de partículas férricas. Un separador balístico Stadler STT2000 clasifica el material en tres fracciones: rodante (3D), planar (2D) y finos.
Las fracciones se someten a un proceso de clasificación basada en sensores con clasificadoras de infrarrojo cercano (NIR). Los tapones, las anillas y la fracción planar pasan a los compactadores. La fracción rodante pasa a la desetiquetadora de Stadler para retirar las etiquetas. El PET transparente, los tapones y las anillas pasan a la línea de lavado de Krones, que granula y limpia el material, mientras que el PET de color se compacta en balas.
Fotografía: Stadler
