Residuos

El uso de plásticos biodegradables gana terreno en Costa Rica

Compañías de diferentes sectores han adoptado la tecnología d2wt para sus empaquetados y productos finales

BRASILIA.— La utilización de plásticos biodegradables gana terreno en Costa Rica menos de tres años después de la introducción de esta tecnología en el mercado, mientras los consumidores adquieren ya envases, bolsas, botellas y hasta vajillas desechables y menos agresivas con el ambiente.

Aunque la proporción de productos biodegradables en la oferta de plásticos en el país es aún menor a 10 por ciento, la tendencia es hacia un rápido crecimiento, aseguró Silvia Vega, gerente general de la empresa Milenio Tres, distribuidora en Centroamérica de la tecnología d2wt, el aditivo que convierte el plástico en material biodegradable.

De acuerdo con Vega, el aumento en el incremento de uso de productos “verdes” que se está experimentando en Costa Rica responde a una tendencia en todo el mundo, mientras en Centroamérica los países con mayor aceptación del llamado plástico oxo, o biodegradable, son El Salvador y Guatemala.

En Costa Rica se generan unas cuatro mil 500 toneladas de residuos sólidos urbanos cada día, de los que aproximadamente 30 por ciento acaba en los ríos y océanos. La mayor parte son productos de plástico.

Vega indicó que ante esta situación es indispensable informar a la población sobre los efectos del plástico en el ambiente, pues en la medida en que los consumidores demanden más productos menos dañinos, las empresas estarán obligadas a adoptar nuevas tecnologías.

Sin embargo, destacó que hasta ahora, en Costa Rica, compañías de sectores tan diversos como bolsas de basura, comidas rápidas, carnes, lácteos, agua y hasta supermercados, así como escuelas y universidades, han adoptado la tecnología d2wt para sus empaquetados y productos finales.

La tecnología d2wt se utiliza en más de 90 países y ha sido aprobada y analizada de acuerdo con las normativas internacionales, incluso por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA).

Este aditivo se agrega en cantidades de 1 a 3 por ciento a la fabricación del plástico tradicional para darle una vida útil al producto.

Una vez concluida esta vida útil, las moléculas del plástico se rompen y oxidan liberando componentes que se reintegran a la naturaleza por medio de agua, dióxido de carbono y biomasa.

Fuente: ADN

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