La industria minera ha sido uno de los
pilares en los que el hombre ha cimentado la conquista del planeta. El valor
subjetivo que le otorgó fue base para inventar
el dinero. Además, su resistencia le permitió
edificar las ciudades en las que vivimos actualmente y que son capaces de soportar los
embates del clima, que la misma civilización
ha provocado.