Energía

Responsabilidad compartida generan electricidad

En la actualidad, la generación de energía eléctrica es de aproximadamente 37 mil megavatios y para hacer frente a las necesidades futuras del país se tendrán que realizar inversiones millonarias, que el propio gobierno reconoce no se podrán efectuar sin la participación de la iniciativa privada.

Sin embargo, las autoridades gubernamentales deben definir de una manera clara y precisa a qué precios está dispuesta la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a pagar los excedentes de las empresas que generen o cogeneren electricidad, así como tiempos y compromisos de compra. Es decir, en opinión de especialistas, se tiene que diseñar un esquema de largo plazo y ante la problemática actual, llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes (gobierno, iniciativa privada y consumidores).

Dada la situación actual, es muy probable que para la iniciativa privada resulte más atractivo generar energía eléctrica por hacer autoconfiable el servicio, que por una razón de utilidad financiera. Mientras sector privado y gobierno se ponen de acuerdo en la fijación de precios, el intercambio de electricidad es una opción que puede ser explorada, sobre todo por la necesidad de mayor consumo de electricidad a determinadas horas del día.

No obstante, este esquema tiende a agotarse por la urgencia de planear a largo plazo y porque el país requiere de que la oferta de electricidad se lleve a cabo a un ritmo de 6 a 8 por ciento anual. Esto, en términos reales, significa duplicar las instalaciones cada cinco años y para ello se necesita de la participación del sector privado.

Otra opción es desarrollar las fuentes de energía alternas. Entre ellas está la energía eólica, que se obtiene gracias al uso de aeroturbinas, las cuales transforman el movimiento de las masas de aire en energía mecánica o eléctrica, y la biomasa, que genera electricidad a partir de gas metano de desechos o de materia orgánica mediante su aprovechamiento en la generación de calor y electricidad.

Energíaeólica tecnologías

La energía eólica resulta muy interesante y competitiva por sus bajos costos de producción, ya que las aeroturbinas compiten con las tecnologías convencionales y sus costos se ubican en un rango de tres a cinco dólares por kilovatio. Con los vientos se podría generar cerca de 50 mil kilovatios.

Pero para fomentar el uso masivo de esta opción, se requiere elaborar un marco reglamentario de la figura jurídica de la pequeña producción existente en la actual Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, al igual que definir un marco regulatorio sobre uso del suelo y poner en marcha una política de incentivos fiscales y de financiamiento que favorezca su uso.

Un estudio del Consejo Consultivo para el Fomento de las Energías Renovables (Cofer), indica que si se desarrolla de manera satisfactoria la energía eólica se podría cubrir sin problemas hasta 25 por ciento de la capacidad total de energía eléctrica que se requerirá en el año 2030. En la actualidad, la energía eólica se encuentra distribuida en Oaxaca, Baja California, Coahuila, Hidalgo, Quintana Roo, Zacatecas, Chihuahua y Sonora.

En cuanto a la energía por biomasa, el proceso es más complicado, ya que hay que perforar pozos, se coloca tubería y a través de dichos pozos se recolecta gas que se distribuye y se manda a una máquina generadora de energía. Esta máquina puede tener un motor de combustión interna o una turbina de gas y al producirse electricidad se manda a la red eléctrica.

Para que esta fuente alterna funcione es necesario previamente impulsar una cultura de recolección de residuos orgánicos animales y vegetales, difundir información sobre la existencia y el uso de biodigestores, así como desarrollar una infraestructura de asesoría técnica y de financiamiento a escala nacional. La utilización de los biodigestores es muy importante porque México es un país donde más de 18 millones de personas utilizan leña para generar calor o energía.

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