Energía

Imco: México se resiste a crecer en energías eólica y solar pese a la coyuntura favorable

  • El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) presentó a mediados de junio un análisis con las tendencias de la generación de energía eléctrica con distintas tecnologías

Teorema Ambiental/Redacción

La política energética implementada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido cuestionada porque, aunque en el discurso señala que promoverá el desarrollo de energías limpias, en la realidad le ha dado prioridad a continuar con la producción de energía desde fuentes contaminantes, tratando, a toda costa, de fortalecer a las empresas productivas del Estado: Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), incluso cuando esta estrategia resulta más costosa y con serios daños al medioambiente y a la salud.

En este sentido, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) presentó a mediados de junio un análisis con las tendencias de la generación de energía eléctrica con distintas tecnologías en México durante los últimos años.

El documento señala que aun cuando la industria de las energías limpias tiene un crecimiento sostenido entre 2017 y 2021, a partir de ese año y hacia 2022 se redujo la producción de energía limpia en el país. Esto, debido a “una caída en la generación eólica y solar durante este periodo”.

Además, el organismo señala que esta situación está retrasando la transición energética del país, con todo y que es uno con las mejores condiciones para funcionar con base en energías limpias en el mundo. Además, afecta la economía nacional, debido a que los energéticos no tienen precios competitivos y en consecuencia, se restringen las oportunidades de atraer nuevas inversiones.

La generación de energía eléctrica en México entre 2017-2022

Con cifras del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), en los últimos seis años la generación de energía eléctrica en México creció 10.3 por ciento: de 302.8 teravatios-hora (TWh) en 2017 a 333.8 TWh en 2022. Este crecimiento, señala el organismo federal, se debe al incremento en la generación de electricidad a partir del uso de tecnologías limpias. En este periodo, la generación de energía limpia aumentó en 48.4 por ciento (de 58.7 a 87.2 TWh), mientras que la generación a partir de combustibles fósiles creció 1.1 por ciento (de 244.0 a 246.6 TWh).

Sin embargo, indica el Cenace, en el periodo 2021 y 2022 la generación de energía limpia se redujo 1.8 por ciento (de 88.8 a 87.2 TWh), esto favorecido por una caída de la generación de energía eólica y fotovoltaica, con decrementos en 3.6 y 4.6 por ciento, respectivamente.

También se ha reducido la participación de la energía limpia en la matriz de generación energética del país. Por ejemplo, citó que en 2022, “la electricidad generada con baja huella de carbono representó 26.1 por ciento del total”, esto es un 1.4 por ciento menos que en 2021 cuando representó el 27.5 por ciento. Además, es 9 por ciento menos que la meta establecida en la legislación nacional para cumplir con el Acuerdo de París: que define un 35 por ciento de generación de energía de fuentes renovables para 2024.

Asimismo se registró una reducción en la inyección de energía generada por fuentes renovables a la red eléctrica, pasando de 88.8 a 87.2 TWh en 2022.

Un punto que destacó el Cenace fue que, de las seis tecnologías de generación de energía limpia que contabiliza (biomasa, eólica, geotérmica, hidroeléctrica, nucleoeléctrica y solar fotovoltaica), solo la nucleoeléctrica y la geotérmica generaron menos electricidad en 2022 respecto a 2017: cayeron -0.3 por ciento y -23.4 por ciento, respectivamente. El resto, reportó tasas de crecimiento de entre 12.3 por ciento (hidroeléctrica de 31.7 a 35.6 TWh) y 4595 por ciento fotovoltaica (de 0.3 a 16.3 TWh).

Sin embargo, en el caso de la energía hidroeléctrica el incremento no es una buena noticia para la transición energética, esto aun cuando su producción contribuye al cumplimiento de las metas de generación de energía limpia. El Imco explica que las plantas hidroeléctricas provocan impactos negativos “en la disponibilidad de agua en el país y esta energía solo puede utilizarse como reserva y despacharse en momentos de alta demanda”.

Por su parte, la producción de energía eólica creció 94.3 por ciento al pasar de 10.5 a 20.3 TWh entre 2017 y 2022. El incremento de este tipo de energía, junto con la fotovoltaica, son consecuencia del desarrollo del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), específicamente, de las subastas eléctricas de largo plazo celebradas entre 2015 y 2017.

La reducción en la producción de las energías eólica y fotovoltaica entre 2021 y 2022, compromete el cumplimiento de las metas por el Gobierno de México para mitigar el cambio climático. La energía eólica pasó de 21.1 a 20.3 TWh) y la fotovoltaica se redujo de 17.1 a 16.3 TWh.

Revisa el texto completo en nuestra edición septiembre-octubre 2023 de Teorema Ambiental

Fotografía: Pxhere.com

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