Energía

Electricidad a partir de fábricas de cemento

Las fábricas de cemento utilizan mucha energía y emiten grandes cantidades de CO2, casi un 4 por ciento de la emisión global. Sin embargo, se podrían disminuir las emisiones y obtener electricidad a partir del calor

Alemania.— Fabricar cemento es un procedimiento que requiere de mucho calor. Las materias primas necesarias, como la piedra calcárea, se calientan en hornos tubulares rotatorios a mil 500 grados centígrados, y los gases emitidos abandonan el horno a unos mil grados. Una parte del calor ya se utiliza actualmente para el secado y precalentado de los materiales, pero, a menudo, cerca de dos tercios de esa energía se pierden en el proceso.

Electricidad a partir de energía de desecho

La fábrica de cemento Portland en Rohdorf, Baviera, en el sur de Alemania, logró aumentar su eficiencia y ser más ecológica gracias a que el calor restante ahora impulsa una turbina para obtener electricidad. “Con el calor resultante producimos de cinco a seis megavatios de electricidad”, dice Helmut Leibinger, uno de los técnicos de la fábrica, “y eso corresponde al consumo de electricidad de más de 16 mil hogares, o al 30 por ciento de la demanda de electricidad de esta fábrica de cemento. A través de la electrificación casi completa, la usina bávara es capaz de ahorrar alrededor de 31 mil 500 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al año”.

Pero ésa no es la única ventaja: la fábrica también ahorra agua. En el pasado necesitaba unos 30 metros cúbicos de agua por hora —una cantidad que llenaría una piscina— extraída de las propias napas más profundas, para enfriar los gases emitidos a 430ºC. Con esta nueva técnica de obtención de fluido eléctrico sólo son necesarios 35 metros cúbicos de agua, y ésta se mueve dentro de un circuito cerrado. Es decir, que no es preciso renovarla.

Para Bettina Rechenberg, de la Oficina Federal de Medio Ambiente, la fábrica de Baviera “es un ejemplo para muchas otras, en Alemania y en Europa”. Pero aclara que el funcionamiento de este establecimiento no puede aplicarse uno a uno a otras instalaciones, ya que cada fábrica de cemento es diferente a la otra. Se diferencian en los procedimientos y en las temperaturas de los gases de emisión. También es importante tener en cuenta la humedad de los materiales, agrega Volker Hoenig, director del Instituto de Investigación de la Industria del Cemento, de Düsseldorf.

Fuente: DW

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