- A cinco años de su puesta en marcha, este Modelo Social beneficia, de manera directa e indirecta, a más de 34 mil personas en tres estados de la República
Teorema Ambiental/Redacción
La Unesco presentó su análisis y valoración del Modelo Social de la Fundación Alberto Baillères, una propuesta que acompaña a las comunidades educativas de México para que fortalezcan sus vínculos sociales, impulsen mejoras en la infraestructura física educativa y se apropien de los espacios escolares para convertirlos en lugares propicios para el bienestar y el desarrollo.
A cinco años de su puesta en marcha, este Modelo Social beneficia, de manera directa e indirecta, a más de 34 000 personas en tres estados de la República Mexicana.
Desde 2019, la Oficina de la Unesco en México colabora con la Fundación Alberto Baillères a fin de acompañarla, documentar la experiencia y reconocer buenas prácticas. El informe “Transformar desde la educación. Contribuciones del Modelo Social de la Fundación Alberto Baillères a la Agenda 2030” ofrece un balance de los primeros hallazgos y resultados de la implementación de este Modelo en 14 escuelas públicas de Ecatepec, en el Estado de México; Iztapalapa, en la Ciudad de México, y Kanasín, en Yucatán.
Durante la presentación del informe de la Representación de la Unesco en México, se destacó el papel de la Fundación para generar alianzas e impulsar nuevas formas de organización social basadas en la cooperación y la búsqueda del bienestar colectivo. Asimismo, se subrayó el carácter innovador del proceso de creación colaborativa de hábitats educativos, entendidos como espacios sostenibles que propicien el aprendizaje y el desarrollo de todos los miembros de la comunidad educativa.
El evento de presentación del informe “Transformar desde la educación” contó con la presencia de directivos de la Fundación Alberto Baillères, de la Unesco y de Grupo BAL, así como de autoridades educativas e integrantes de las comunidades educativas.
En su mensaje de bienvenida, el presidente de Grupo BAL y de la Fundación Alberto Baillères, Alejandro Baillères, afirmó que el mayor desafío del Modelo Social consiste en “conseguir que estos hábitats educativos logren ser sostenibles, tanto en su infraestructura física educativa, como en el cuidado del medioambiente y del entorno social, para que las comunidades educativas alcancen un desarrollo pleno y sean autogestivas”.
Por su parte, Alexander Leicht, oficial a cargo de la Unesco en México, explicó que, conforme se avanza en los Futuros de la Educación —un llamado internacional a repensar la educación—, el trabajo realizado por autoridades, comunidades educativas, la Fundación y sus aliados da ejemplo de que es posible generar alianzas aun teniendo diferencias, de lo que implica imaginar espacios escolares dignos y de la importancia de crear nuevas formas de hacer las cosas. Darle nombre y espacio a todo ello permite que la vivencia se transforme en aprendizaje y ayuda a valorar los aportes de todas y todos.
Como parte de las actividades, se desarrolló el panel “Vivir el Modelo Social desde las comunidades educativas”, el cual contó con la participación de María Guadalupe Barrera Cortina, directora de la Preparatoria Oficial 94 del Estado de México; Perla Barrera Trejo, estudiante de la Preparatoria Oficial 94 y parte de la primera generación que vivió este Modelo; Maricela Méndez Trinidad, directora general de Servicios Educativos en Iztapalapa, Ciudad de México, y Rosa Marilú Jiménez Pérez, madre de familia de la Escuela Primaria América de Kanasín, Yucatán.
Puedes consultar los detalles del proyecto en el enlace de la Fundación Alberto Baillères (https://www.fundacionalbertobailleres.org/publicaciones).
Fotografía: Fundación Alberto Bailleres