El uso inmoderado de agua es un patrón que se sigue en Morelia y en casi todos los estados de la República, dijo investigador
Morelia, Mich. (México).— Morelia registra un crecimiento a imagen y semejanza del Distrito Federal, con una política centralista y proyectos que no respetan a la naturaleza; hay un metro de área verde por cada habitante y la Organización de las Naciones Unidas recomienda 12 metros por persona, destacó el investigador y activista ambiental Carlos Padilla Massieu.
En el marco de su conferencia “¿Habrá futuro con calidad, así como vamos?”, que impartió a los nicolaitas, destacó que la política de desarrollo urbano que se aplica en Michoacán es centralista, y únicamente urbana, “por ejemplo, tenemos la costa abandonada o con proyectos mal hechos, sólo se piensa en el crecimiento de las ciudades y sin planeación ambiental”.
En 20 años, estimó, Morelia tendrá los mismos problemas que tienen el Distrito Federal y el Estado de México, como el desabasto de agua, indicó, o bien en términos de contaminación del aire, ya falta muy poco.
Otra estadística que el especialista compartió fue que el aumento del tránsito vehicular en Morelia es similar al del DF en la proporción correspondiente; por ejemplo, un tránsito recomendado para no generar contaminación es de 60 kilómetros por hora y en Morelia, en la zona centro, la circulación es de 20 kilómetros por hora, casi más despacio que una bicicleta.
Padilla Massieu, dedicado más de 20 años al medio ambiente, ha impartido más de 600 ponencias sobre este tema, señaló a los estudiantes de la Facultad de Contaduría que el desabasto de agua en el DF ha provocado que en los últimos 100 años, la ciudad de México tenga un hundimiento de nueve metros.
“Este uso inmoderado de agua es un patrón que se sigue en Morelia y en casi todos los estados de la República. No hay autoridades que hayan hecho planes a largo plazo sobre cómo tener agua sin contaminar en unos años, por lo contrario se recurre a la ley del menor esfuerzo y de la comodidad.”
Una de las soluciones, afirmó, es que los sistemas de recolección de basura atiendan normas estrictas de separación. Pero, lamentó, ese sector obedece a intereses políticos que no ven por el medio ambiente, sino por el dinero.
Sin embargo, dijo el especialista, podrían ganar más dinero con los residuos separados, tal como ocurre con países menos desarrollados que México, en donde incluso, pagan a la población que entrega su basura clasificada.
Tenemos una cultura de sólo pedir y no producir, esto, consideró también, se convierte en contaminación, incluso visual; por ejemplo en Morelia, cada tres kilómetros hay por lo menos 30 personas vendiendo algún producto en los cruceros, limpiando parabrisas o pidiendo limosna.
En Morelia, comentó, en 1939 se tenía mejor calidad de vida que el Distrito Federal y actualmente están en las mismas condiciones, porque Morelia creció sin planeación.
Parte de las soluciones, sostuvo, es asumir el compromiso como sociedad, para tener un consumo responsable, por ejemplo con la basura, la energía y el agua.
Fuente: La Jornada de Michoacán
