Desarrollo Urbano

Busca experto eficiencia energética en espacios educativos

Propone aumentar la masividad de la losa y los muros, dejar una capa de aire que permita amortiguar la transmisión del calor durante el verano, mientras que en invierno funciona de manera inversa

A fin de brindar espacios educativos confortables y disminuir el consumo de energía eléctrica, Marlom Morales, del posgrado de Arquitectura de la UNAM, propuso modificar la infraestructura mediante estrategias arquitectónicas y alternativas tecnológicas.

“En México la mayor parte de la energía eléctrica se produce mediante la quema de combustibles fósiles, con impacto al medio ambiente. Mi propuesta es reducir estos consumos a través de estrategias de diseño arquitectónico y alternativas tecnológicas, que signifiquen la reducción de emisiones al ambiente, a través de la modificación de la envolvente”, indicó el universitario.

Eficiencia energética

En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), añadió que desde 2001 existe una normativa para evaluar la eficiencia energética de los edificios mediante la evaluación de su envolvente, la NOM-008-ENER-2001 (Eficiencia energética en edificaciones, envolvente de edificios no residenciales).

Al aplicar la norma de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), al edificio de la Universidad Autónoma de Sinaloa se encontró que no se cumple, al igual que en otros planteles del país que, en su mayoría, son construcciones tipo CAPFCE (Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas), refirió.

Marlom Morales indicó que en el caso de estudio, el clima es cálido subhúmedo, con lluvias en verano, clasificado como extremoso por la oscilación térmica presente que alcanza hasta 45 grados centígrados.

Ello, dijo, implica mantener encendidos los aparatos de aire acondicionado la mayor parte del día, para tener un ambiente confortable, lo que representa gran consumo de electricidad.

Resultados

La propuesta, expresó, es aumentar la masividad de la losa y los muros con algunos materiales específicos, dejar una capa de aire en ambos casos que permitan amortiguar la transmisión del calor del exterior al interior durante el verano, mientras que en invierno funciona de manera inversa.

Detalló que como parte de su investigación “Aplicación de estrategias arquitectónicas para el uso eficiente de energía eléctrica en espacios educativos”, realizó un análisis por censo y facturación, cuya información aportó un diagnóstico del consumo de energía eléctrica en ese espacio.

Precisó que se plantearon tres escenarios para disminuir el uso de electricidad y contribuir a la reducción del cambio climático.

El primero de ellos, describió el investigador, fue modificar la infraestructura sólo con el uso de estrategias arquitectónicas, es decir, rectificar muros, ventanas y lozas, con lo que la ganancia térmica al interior del espacio cambiará y brindará la oportunidad de disminuir el uso de aire acondicionado.

El segundo escenario se enfoca en un sistema de aire acondicionado más eficiente, a través del cambio de equipos que permitan disminuir el empleo de energía eléctrica; el tercero engloba iluminación, sustitución de equipos de aire acondicionado y la modificación de la envolvente.

Las tres propuestas, sostuvo Marlom Morales, contribuyen a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Con información de Notimex

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