- De continuar la tendencia actual, las emisiones del sector podrían llegar a 317 megatoneladas para 2050, en contraste con las 166 megatoneladas de 2017
Teorema Ambiental/Redacción
De continuar la tendencia actual, las emisiones contaminantes provenientes del sector transporte, que en 2017 alcanzaron las 166 megatoneladas de dióxido de carbono, podrían llegar a 317 megatoneladas para 2050, estima el documento “Un camino para una transición verde del sector transporte en México”, elaborado por el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés).
Durante su presentación, en el marco del 26 Encuentro Nacional de Autoridades de Movilidad (ENAM), José Luis Samaniego, director ejecutivo de WRI México y Colombia, aseguró que, para mejorar la tecnología existente y reducir emisiones en el transporte público y de carga, es urgente modernizar la flota vehicular del transporte público y acelerar el cambio hacia unidades eléctricas y tecnologías que aseguren las casi cero emisiones de contaminantes, como Euro VI y EPA 2010, mediante incentivos fiscales, créditos concesionales y garantías.
“Mejorar los sistemas de verificación vehicular, las leyes de movilidad estatal, así como establecer una estrategia local de movilidad eléctrica con metas y líneas de acción para integrar y ampliar la red eléctrica, así como la creación de estándares de emisiones más ambiciosos para las unidades vehiculares estatales, es el camino”, indicó.
Esto, porque el sector transporte contribuye aproximadamente con 23 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de México, lo que la convierte en la mayor fuente de un solo sector en el ámbito nacional. Las emisiones relacionadas con el transporte siguen creciendo, y lo hacen más rápido que las de cualquier otro sector en términos absolutos, a una tasa de crecimiento promedio anual del 2 por ciento.
Además, se prevé que el 60 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades en 2030, y estas generan actualmente el 70 por ciento de las emisiones globales. En México, 80 por ciento de la población vivirá en zonas urbanas para 2030, y el principal riesgo ambiental al que se enfrentará será la exposición a aire contaminado. “Para 2050, el escenario de descarbonización del transporte muestra que México puede evitar cerca de 75 000 muertes prematuras por año, gracias a la reducción de la exposición a partículas”, explicó.
Hasta ahora, según el documento, la participación del transporte privado en el número de kilómetros recorridos por pasajero se incrementó del 42 por ciento al 58 por ciento en las últimas cuatro décadas, y la flota de vehículos ligeros se ha triplicado. El transporte de carga mantiene un crecimiento del 3 por ciento durante este periodo con un incremento en la proporción de viajes en camiones pesados y ligeros.
La publicación recomienda que las medidas para reducir los viajes en vehículos contaminantes se conviertan en una de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) vinculada a la reducción de kilómetros viajados en vehículos particulares.
En el ámbito estatal, agrega, se debe incrementar la restricción de vehículos contaminantes y de transporte privado dando prioridad a peatones, ciclistas y transporte público con tecnologías cada vez más sustentables; brindar incentivos para promover el cambio tecnológico hacia vehículos eficientes y de bajas emisiones contaminantes; crear zonas de bajas emisiones contaminantes, planes institucionales y empresariales que promuevan el uso de autos compartidos y trabajo a distancia, así como programas de gestión de estacionamientos, y un plan integral de mejora del autotransporte federal.
El documento también señala que, a escala subnacional, es urgente mejorar y ampliar la infraestructura para el transporte público; incrementar la infraestructura peatonal y ciclista y la conexión de viajes intermodales de viajes ciclistas con redes de transporte público estatal; fomentar la creación de redes de rutas de transporte y una eficiente organización empresarial y de operadores, así como fomentar el transporte de carga intermodal mediante el uso del ferrocarril y la interconexión de centros de distribución.
Fotografía: WRI
