- El informe Global Carbon Budget señala que en 2023 los países emitieron 36.8 mil millones de toneladas métricas de CO₂ provenientes de combustibles fósiles
Teorema Ambiental/Redacción
La transición verde en el aire comprimido exige un enfoque holístico, que tenga en cuenta desde el dimensionamiento del sistema hasta el mantenimiento eficiente. En muchos entornos industriales, esta técnica es la segunda utilidad más grande en términos de consumo de energía, lo que hace crucial tomar medidas para minimizar las emisiones relacionadas.
Las empresas industriales están cada vez más comprometidas en adoptar prácticas sostenibles para minimizar sus emisiones de carbono. El informe titulado Global Carbon Budget, reveló, durante la cumbre climática COP28 de 2023, que las emisiones globales de dióxido de carbono (CO₂) provenientes de la quema de combustibles fósiles están en camino de alcanzar niveles sin precedentes, intensificando el cambio climático y exacerbando condiciones meteorológicas extremas.
Se comentó también que los países emitirían un total de 36.8 mil millones de toneladas métricas de CO₂ provenientes de combustibles fósiles, un aumento del 1.1 por ciento respecto al 2022.
Incluyendo las emisiones por el uso del suelo, el informe señaló que las emisiones globales de CO₂ alcanzarían los 40.9 mil millones de toneladas en 2023.
Muchas empresas se han enfocado en reducir el uso de combustibles fósiles y en hacer la transición hacia fuentes de energías limpias y renovables. Sin embargo, en medio de estas transformaciones, surge la pregunta: ¿cuál es el papel del aire comprimido en este contexto?
El aire comprimido es una utilidad esencial, comparable a la electricidad, el vapor y el agua. No obstante, su uso a menudo conduce al desperdicio, ya que no se tiene en cuenta el consumo de energía o las fugas. En muchos entornos industriales, esta técnica es la segunda utilidad más grande en términos de consumo de energía, lo que hace crucial tomar medidas para minimizar las emanaciones relacionadas.
Además de la importancia de enfoques integrales en la búsqueda de eficiencia energética, es necesario pensar en todo el proceso de producción para reducir el uso de energía basada en combustibles fósiles: “Aunque la fuente de energía del sistema de aire comprimido no pueda cambiarse a una alternativa limpia, aún es posible optimizar factores relacionados con el ciclo de vida del sistema”, comenta Sami Uusi-Erkkilä, CEO de SmartAir And Energy.
La cuestión es compleja. Aunque la humedad sea perjudicial, el secado del aire comprimido debe realizarse de manera consciente. Los problemas en el equipo de tratamiento de la aplicación de esta técnica pueden afectar diversas funciones en su instalación, por lo que es crucial corregir los problemas en la fuente.
“En la búsqueda de la transición verde en el aire comprimido, la medición del punto de rocío se destaca como una herramienta esencial. Esta medición permite optimizar el proceso de secado del aire comprimido, evitando excesos”, indica, por su parte, Antti Viitanen, gerente de productos en Vaisala. “Un proceso optimizado, junto con una medición precisa del punto de rocío, no solo reduce los costos anuales, sino que también evita las fugas de agua, contribuyendo a la eficiencia global del sistema.”
Es importante recalcar que la transición verde en el aire comprimido exige un enfoque holístico, que tenga en cuenta desde el dimensionamiento del sistema hasta el mantenimiento eficiente. Las empresas industriales desempeñan un papel decisivo en este escenario, adoptando prácticas sostenibles que contribuyen a la reducción sistemática del uso de energía, la mejora de la eficiencia energética y la minimización del desperdicio.
Fotografía: Vaisala