Contaminación

Identifican alta contaminación de bacterias E. coli en el Valle del Mezquital

  • Las aguas de reúso que arriban a este sitio superan los límites estipulados por las normas oficiales mexicanas

Teorema Ambiental/Redacción

El agua y suelo del Valle del Mezquital, Hidalgo, donde se emplean aguas residuales en la agricultura, presentan una fuerte contaminación por Escherichia coli (E. Coli), informaron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un reporte donde explican el peligro de esta bacteria, que ha demostrado resistencia a una amplia variedad de antibióticos.

Exceso de límites permitidos

Las aguas de reúso que arriban a este sitio superan los límites estipulados por las normas oficiales mexicanas, alcanzando más de 1000 E. coli coliformes por cada 100 mililitros, señaló Irma Aurora Rosas Pérez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM y fundadora del laboratorio de Aerobiología.

Durante el seminario “Clima semidesértico: reutilización del agua. Impacto en agua, aire y suelo”, Rosas Pérez compartió que, dada la escasa disponibilidad de agua en Hidalgo, se ha recurrido a aguas residuales, tanto tratadas como crudas, para sostener las labores agrícolas regionales.

El equipo de investigadores, liderado por Rosas Pérez, recolectó muestras de suelo y agua en Tlahuelilpan, Hidalgo. Este municipio recibe una porción de los 1.2 millones de metros cúbicos de aguas residuales que provienen diariamente de la Ciudad de México.

Los análisis efectuados revelaron la presencia de E. coli. Mediante estudios fenotípicos y genotípicos, así como pruebas moleculares, se confirmó que la bacteria es resistente a 22 de 23 antibióticos testeados, incluyendo los carbapenémicos, antibióticos de última generación.

Relevancia de la resistencia antibiótica en el ambiente

Durante el seminario, la académica de la Facultad de Ciencias resaltó que, si bien usualmente se aborda la resistencia a antibióticos desde el área clínica, es crucial entender su repercusión en el ambiente y considerar otros elementos que influyen en la transferencia de mecanismos de resistencia. Esta resistencia ambiental representa un riesgo adicional para la salud humana.

La doctora Rosas Pérez, destacada en el ámbito de la aerobiología en México, mencionó que anteriormente se creía que las plantas de tratamiento eran la solución idónea para minimizar la carga bacteriana del agua. Sin embargo, se ha observado que, en las etapas de tratamiento secundario como en los “lodos activados”, se producen cultivos bacterianos que transfieren y transforman genes. “A pesar de que la biomasa disminuye tras la desinfección, los genes de resistencia aumentan”, afirmó.

En otro aspecto, Rosas Pérez comentó que E. coli es un indicador de contaminación fecal. Aunque esta bacteria cumple roles esenciales en la digestión de los mamíferos, su liberación al ambiente la convierte en un microorganismo capaz de transferir y modificar su información genética.

Por último, la investigadora indicó que sus descubrimientos y la descripción de esta variante de E. coli se registraron en una plataforma global que rastrea la bacteria. En ella, existían pocos datos sobre esta bacteria en México, particularmente de origen clínico y no ambiental. Además, se están tipificando muestras de E. coli presentes en el aire.

Fotografía: UNAM

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