Contaminación

Derrames de petróleo en Bahía Blanca, Argentina, amenazan puertos petroleros

Teorema Ambiental/Redacción

En los últimos meses han ocurrido tres derrames de petróleo en la localidad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina. Dos de los derrames fueron ocasionados por las actividades de la empresa alemana Oiltanking Ebytem y afectaron significativamente la Reserva Natural Provincial con más de 600 metros cúbicos de petróleo libre en el agua.

Estos accidentes demuestran que los puertos petroleros son una amenaza para las comunidades costeras y los ecosistemas marinos; y que es urgente frenar el proyecto del futuro puerto en Punta Colorada, en el golfo San Matías.

En Argentina hay 12 puertos con instalaciones para la exportación de petróleo crudo, y el puerto Rosales, donde ocurrieron los derrames, es la terminal más importante del país. Allí, la empresa Oiltanking Ebytem inició en 2023 las obras destinadas a ampliar la capacidad de exportación del crudo de Vaca Muerta.

Cronología de los hechos

El pasado 26 de diciembre de 2023, se derramaron 400 metros cúbicos de petróleo afectando 40 hectáreas de la Reserva Natural Provincial Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde. Ocurrió en la monoboya “Punta Cigüeña” del puerto Rosales, donde opera Oiltanking Ebytem.

Lamentablemente, la alerta se activó tarde y se demoraron los protocolos de contención. El derrame se propagó a lo largo de la red de canales de la reserva, generando impactos ambientales irreversibles. Organizaciones ambientales presentaron denuncias penales contra la empresa y sus operaciones fueron suspendidas.

Dos semanas después, el 11 de enero de 2024, ocurrió un nuevo derrame en la misma monoboya, Punta Cigüeña. La empresa Oiltanking Ebytem volvió a ser la responsable, y esta vez por 200 metros cúbicos que afectaron nuevamente la reserva natural. En ambas ocasiones, la empresa confirmó que las tareas de limpieza y contención del derrame fueron ejecutadas. Sin embargo, vecinos y pescadores permanecen atentos desde diciembre y no dejan de resaltar los impactos en la flora y fauna de la región.

Por último, el 14 de febrero, pescadores denunciaron la presencia de crudo en agua. Se trata de un nuevo derrame en las cercanías de la Base Naval Puerto Belgrano. Aún se desconocen las causas y el tamaño del derrame.

Un futuro puerto petrolero amenaza la península de Valdés

El petróleo crudo que hoy se extrae de Vaca Muerta, se exporta a través del puerto Rosales, donde ocurrieron los primeros dos derrames. Pero la producción de Vaca Muerta continúa creciendo y el gobierno busca conectar la cuenca con un nuevo puerto. Los planes son: la construcción de un oleoducto que atravesaría las provincias de Río Negro y Neuquén, y de un puerto petrolero en Punta Colorada (Río Negro). Ambos proyectos generan una gran preocupación por el potencial impacto ambiental en una zona con un ecosistema único y frágil, muy cercano a la península de Valdés, donde se reproduce la ballena franca austral, monumento natural de Argentina.

“Lo que está pasando en Bahía Blanca podría pasar en el golfo San Matías y la península Valdés. Si se instala el puerto petrolero en el golfo, este utilizaría el mismo sistema de carga y descarga de petróleo, a través de monoboyas. Las empresas petroleras siempre abogan que los derrames son casi imposibles, pero ahora vemos cómo uno de los puertos con mayor experiencia y trayectoria, genera tres accidentes en menos de dos meses. Hay que entender que los accidentes ya no son accidentes, son parte del proceso. Esta modalidad de carga y descarga, incluye esta posibilidad. Por eso desde la Red de Comunidades Costeras rechazamos el proyecto del puerto petrolero en el golfo San Matías”, afirma Fabricio Di Giacomo, miembro de la Multisectorial Golfo San Matías, organización vecinal que surgió para dar respuesta ante el avance voraz del proyecto.

Los derrames en Bahía Blanca son lamentables. Y no solo preocupa a las comunidades del sur de la provincia de Buenos Aires. Existe una red de comunidades costeras organizadas que desde hace años unen a vecinos, científicos, entes turísticos y diversos actores para defender el golfo San Matías y la península de Valdés de la exportación de crudo.

Fotografía: 350.org

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