Cambio climático

¿Qué hacer frente a los desastres naturales?

Frente a los desastres naturales, en particular en caso de un tornado, lo más recomendable cuando está uno en el hogar es refugiarse en el sótano y si se carece de éste, esconderse debajo de muebles pesados o buscar protección en la parte central de la casa, en el piso más bajo o en una habitación pequeña como es, por ejemplo, un guardarropa o el baño. Lo más importante es alejarse de las ventanas.

En caso de encontrarse en un centro comercial, por ningún motivo se le ocurra ir hacia su automóvil. Lo mejor es buscar a un refugio o pedir ayuda a la autoridad. De encontrarse en un edificio de oficinas, lo más recomendable es dirigirse al pasillo interior en el piso más bajo.

En las escuelas, refúgiese en un pasillo interior en el piso más bajo y aléjese de los auditorios, gimnasios y otras instalaciones que tengan techos amplios y tramos libres. Si el edificio no está reforzado, vaya a uno cercano o busque refugio fuera del edificio en un terreno bajo y protegido.

En campo abierto, deberá acostarse en la zanja o en el barranco más cercano. Las casas de remolque son muy vulnerables y no debe permanecer en ellas. Por lo tanto, deberá salir del remolque y dirigirse a un terreno bajo y protegido.

Cuando se trata de un huracán, se debe trazar un plan familiar, en el cual se detalle lo que hay que hacer antes, durante y después de la tormenta. Gracias a los adelantos tecnológicos, es posible conocer por adelantado su ruta y esto da tiempo para proveernos de todo lo necesario para enfrentarlo.

Protección del patrimonio

Las viviendas resistentes a huracanes se caracterizan por tener un buen diseño, procedimientos, técnicas y materiales de construcción más fuertes que los usados normalmente, además de que utilizan conectores y anclajes especiales para amarrar los componentes principales de la vivienda.

Todas las partes de la edificación, como son puertas, techos o revestimiento de paredes, deben estar diseñados para resistir las altas presiones del viento. En primer lugar, es fundamental proteger adecuadamente las ventanas y las puertas del hogar. Las ventanas expuestas a la acción del viento deben ser protegidas con un sistema de paneles o tormenteras.

Hay que evitar el uso de cinta adhesiva sobre ventanas o puertas de cristal regular, pues esto sólo impide que el cristal al romperse se convierta en un proyectil. Al cristal laminado no es necesario ponerle la cinta adhesiva, ya que tiene una lámina plástica en su interior que detiene los fragmentos.

Las ventanas de cristal, que son muy comunes en México, permiten que cuando un objeto golpea los vidrios éstos se rompan y dejen que el agua y el viento entren y causen daños en el interior de la casa. Como la mayoría de las ventanas en el país son completamente de cristal, es necesario protegerlas con un sistema de paneles o tormenteras.

Hay unas ventanas tipo Miami, hechas de aluminio con un grosor mínimo de 0.060 a 0.063, de acero o de madera, bastante resistente a los vientos huracanados y el protegerlas con tormenteras provee una seguridad adicional.

En cuanto a las puertas, las exteriores necesitan refuerzos y se ven afectadas principalmente en las cerraduras, ya que sólo tienen un punto de apoyo para soportar la presión del viento que se transmite hacia la cerradura o el cerrojo. Las puertas corredizas pueden salirse de sus rieles y quebrase ante la presión del viento.

Es recomendable proteger las puertas de los objetos voladores con paneles o tormenteras, principalmente si son de cristal, tal como se hace con las ventanas. La mayoría de las puertas de garaje necesitan reforzarse, aunque algunas ya vienen debidamente reforzadas de fábrica.

Al reforzar una puerta de garaje es necesario instalar soportes verticales en la parte posterior, mientras que las sencillas necesitarán una barra en el centro. A las puertas dobles hay que ponerles dos o tres barras, dependiendo de su ancho y largo. En general, es importante reforzar el sistema de cerrojos, instalando pestillos o pasadores adicionales para repartir la presión alrededor de toda la puerta. Las puertas que abren hacia fuera, son una buena protección contra la presión del viento.

Medidas adicionales

Otra medida fundamental de seguridad consiste en colocar pasadores por dentro y por fuera a las puertas adicionales y verificar que haya salidas de emergencia disponibles. A las puertas en las que no sea práctico poner cerrojos, se le pueden clavar maderas de dos a cuatro pulgadas por dentro y por fuera, se debe asegurar que las maderas queden clavadas en los bloques de concreto o en el marco, pero nunca en la mocheta, moldura o estucado.

Aunque los tragaluces son vulnerables y muy difíciles de proteger, se les puede construir un marco de madera alrededor y fijarlo a la estructura.

Compártelo

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO