En un foro con legisladores de 13 naciones, las ocho más desarrolladas y las cinco mayores economías emergentes, entre ellas México, el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, criticó la “desfachatez” de los países ricos de hacer a un lado los acuerdos internacionales de protección del medio ambiente.
El mandatario brasileño aseguró que la producción de biocombustibles a partir de productos agrícolas no pone en riesgo el abasto de alimentos ni tampoco es la causa del alza en los precios internacionales de los granos y legumbres.
Por primera vez en esta reunión se creó un ámbito en el que participan legisladores que pueden incluir en el diseño de leyes en sus respectivos países, un marco general para construir un mercado mundial de biocombustibles.
Lula aseguró que los países ricos son los que más tienen que cooperar para reducir los gases que causan el calentamiento del planeta. “Los países que ya disfrutaron del crecimiento del siglo XX, quieren transferir el cuidado del medio ambiente a los países pobres, para que no tengan en el siglo XXI la oportunidad de crecer”, afirmó.
Este foro convocado por Globe Internacional, una red internacional de legisladores que no tiene carácter partidista, concluyó con la redacción de un documento sobre combustibles, que será entregado a líderes del Grupo de los 8 en su próxima cumbre de junio en Hokaido, Japón.
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