Los centros urbanos se encuentran cada vez más en riesgo por el clima extremo y la escasez de agua y energía producto del calentamiento global
Londres.— Las ciudades más desarrolladas invierten cada año un porcentaje mayor de su producto interno bruto (PIB) en medidas para adaptarse a los impactos del cambio climático, que las urbes más pobres, señaló un equipo de investigadores de la University College of London.
El estudio fue publicado en la revista británica Nature, en donde advierten que el gasto destinado para la adaptación al cambio climático está más vinculado con el capital que con la protección de las personas vulnerables.
Los centros urbanos se encuentran cada vez más en riesgo por el clima extremo y la escasez de agua y energía producto del calentamiento global. El estudio consistió en la financiación que 10 megaciudades del planeta (ciudades con una población mayor a los tres millones o con su PIB entre los 25 primeros del mundo, o ambos factores juntos) dedicaban a medidas para adecuarse a las nuevas condiciones, como mejores sistemas de desagüe, defensas costeras e infraestructuras más resistentes.
Descubrieron que en 2014/2015 se destinaron 223 mil millones de libras (más de 309 mil millones de dólares), un 0.38 por ciento del PIB global, a la adaptación al cambio climático alrededor del mundo, y que la mayor parte de este gasto se produjo en las metrópolis más desarrolladas.
Por el contrario, ciudades más pobres y vulnerables, como Adís Abeba (Etiopía), Lagos (Nigeria) y Yakarta (Indonesia), gastaron mucho menos.
Nueva York (Estados Unidos) fue la ciudad que más invirtió (en torno a mil 600 millones de libras, aproximadamente dos mil 290 millones de dólares) y París (Francia) fue la que más gasto produjo por persona (alrededor de 397.47 libras, o unos 568 dólares).
Las ciudades más desarrolladas gastaron sobre un 0.22 por ciento de su PIB en esta operación, mientras que las urbes en desarrollo destinaron solo un 0.15 por ciento, con la excepción de Pekín (China), que es la que más invierte, con un 0.33 por ciento.
Esta diferencia, según los investigadores, demuestra que el gasto para la adaptación depende más de la riqueza que de las personas vulnerables implicadas.
Fuente: EFE, imagen
