Autoridades locales realizarán un Atlas de Riesgo para detectar zonas más afectadas y determinar estrategias
CHETUMAL, Q. ROO (MÉXICO).— El municipio de Othón P. Blanco, en el sur de Quintana Roo, es el primero de los gobiernos locales en México en sentar las bases para afrontar las consecuencias del cambio climático con el apoyo del Banco Mundial que en breve estaría otorgándole en una primera instancia un financiamiento por 100 mil dólares.
Según explicó el representante del Banco Mundial, Rodrigo Serrano, como primeras acciones se recibirá el apoyo para preparar una visión de municipio sustentable el cual se realizará con base en consultas participativas e incluyentes con distintos actores de la sociedad civil, la academia, el sector privado y el gobierno, al tiempo que se impulsarán diversos proyectos para el desarrollo del turismo sustentable.
De igual manera, destacó que se comenzará a elaborar el Atlas de Riesgo el cual especificaría las amenazas y vulnerabilidades que tienen la población y la infraestructura en el municipio ante el cambio climático para determinar las estrategias que se tienen que adoptar para afrontarlo.
Lamentó que de los más de dos mil 500 municipios del país, únicamente tres —Chetumal, Chihuahua y una delegación del Distrito Federal— están trabajando en la adopción de estrategias para afrontar los efectos del cambio climático.
Sin embargo destacó que es precisamente el ayuntamiento de esta ciudad el único que estará recibiendo tanto los recursos así como la asistencia técnica de especialistas del Banco Mundial e, incluso, uno de ellos ya se encuentra en esta capital realizando diversos trabajos de investigación.
En la actualidad, es un hecho científico que el clima global está siendo alterado significativamente, a lo que se le ha denominado cambio climático global, que es el resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero, como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluocarbonos, señaló.
Estos gases atrapan una porción creciente de radiación infrarroja terrestre y se espera que harán aumentar la temperatura planetaria entre 1.5 y 4.5 grados centígrados, lo que se conoce también como el efecto invernadero, y ello originará que los patrones de precipitación global y corrientes marinas también se alteren, explicó.
Fuente: Vanguardia