Biodiversidad

Múltiples beneficios ambientales: murciélagos

El biólogo Rodrigo Medellín es uno de los pocos expertos en murciélagos que existen en México. Actualmente dirige un equipo de investigación en el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dedicado al estudio y conservación de este mamífero.

Cuando él tenía 11 años participó en un programa televisivo llamado El gran premio de los 64 mil pesos. En ese concurso el participante escogía un tema y, a medida que respondía correctamente las preguntas, duplicaba el monto acumulado. El escogió jugar con el tema de mamíferos, pues desde esa edad ya mostraba especial interés por el mundo de los animales.
Cuando iba por 32 mil pesos —a un paso de ganar el premio— erró su respuesta, pero el en ese entonces único investigador de murciélagos en México, Bernardo Villa, del Instituto de Biología de la UNAM, lo invitó a participar en su grupo de investigación y lo llevó a la cueva del Cañón del Zopilote, en Guerrero. “Allí me volví loco por estudiar los murciélagos, ese episodio me marcó el resto de mi vida y, desde entonces, no he dejado de estudiarlos.”

Este equipo descubrió que las poblaciones de murciélagos estaban declinando estrepitosamente en todo el país, que la gente no notaba lo importante que son para nuestra vida diaria y que la imagen que se tiene de ellos nada tiene que ver con la realidad.

Por consiguiente, en 1994 crearon el Programa para la Conservación de los Murciélagos de México (PCMM) el cual empezó a hacer un diagnóstico de la situación de esos mamíferos en el país.

—¿Qué características tienen los murciélagos?

—Son el segundo grupo de mamíferos más diverso del mundo a nivel de especie después de los roedores, pero a escala ecológica son mucho más diversos que los ratones. Casi todos los ratones son iguales, en cambio, la variación morfológica de los murciélagos es mucho mayor: 75 por ciento se alimenta de insectos, pero a su vez, se diferencian por capturarlos de distintas maneras: unos comen polillas en vuelo; otros, insectos en el suelo a los que atrapan cuando están caminando y a los cuales detectan por el sonido que producen. Hay un grupo que se alimenta de frutos, otros de néctar y polen de flores, y los hay que lo hacen de peces, algunos carnívoros que comen ratones, pájaros u otros murciélagos y sólo tres especies se alimentan de sangre. En México tenemos murciélagos que pesan dos gramos y medio, son más chicos que un pulgar, y también los que pesan entre un kilo 120 gramos o un kilo 150 gramos y miden hasta un metro con las alas abiertas.

“En términos de especie en el mundo existen aproximadamente 1,120 y en México 140. Sólo hay cuatro países que tienen más especies que nosotros: Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Las 140 especies que habitan en el territorio nacional nos proporcionan tres grandes servicios ambientales.

—¿Cuáles son esos servicios?

—El murciélago es uno de los controladores de plagas más importantes que hay para la agricultura. Según los espeleólogos, en México existen por lo menos 20 mil cuevas, y cada una tiene más de un millón de murciélagos insectívoros. Cada uno se alimenta de alrededor de 10 gramos de insectos cada noche. Si esto lo llevamos a la aritmética, cada millón de murciélagos destruye 10 toneladas de insectos cada noche. De ellos, entre 60 y 70 por ciento son plagas agrícolas. Si desaparecieran todos los murciélagos insectívoros del país, en tres meses no tendríamos cosechas. Es el mejor plaguicida que hay y, además de no ser contaminante, produce uno de los fertilizantes más ricos que existen en el mundo: el guano de murciélago.

“El segundo servicio ambiental es la dispersión de semillas. Los murciélagos son los principales dispersores de semillas en todas las selvas húmedas, desde México hasta Argentina. Dispersan entre dos y cinco semillas por metro cuadrado por noche. Se alimentan del fruto; tragan la semilla y, a diferencia de los pájaros que defecan sobre una rama, los murciélagos lo hacen en vuelo. En lugares donde estos mamíferos han sido eliminados, la selva desaparece.

“El tercer servicio ambiental es la polinización. Los murciélagos polinizan muchas plantas útiles para el ser humano, entre ellas, el agave tequilero. Ellos se alimentan de polen y néctar de las flores. Van a una flor y quedan cubiertos totalmente de polen, así que cuando van a la siguiente desprenden el polen de la anterior en la nueva flor. Así logran la polinización, es decir, la reproducción sexual cruzada entre dos plantas.

“El agave tiene también una manera asexual de reproducirse por medio de hijuelos idénticos que crecen en la base de la planta. Los hijuelos son copias genéticamente idénticas de los agaves, por lo que no tienen diversidad genética. Las 300 mil hectáreas sembradas de agave en las zonas tequileras son clones de dos individuos, lo que incrementa su vulnerabilidad a las enfermedades. Si se eliminan los murciélagos la producción de agave, y con ella la tequilera, se pueden venir abajo.”

—¿Cuál es la situación de los murciélagos?

—Son el grupo de mamíferos que más rápido está decayendo en términos numéricos. El vandalismo, la ignorancia y la desaparición de cuevas para complejos turísticos o urbanos, hace que se destruyan las cuevas sin preocuparse por la recuperación de esas poblaciones. Hemos desarrollado el Programa para la Conservación de los Murciélagos para realizar planes de manejo para regiones o cuevas particulares. El programa tiene tres vías de acción: la investigación, la educación ambiental y la conservación. Por ejemplo, evitar que la gente entre en las cuevas a extraer guano en los periodos críticos de los murciélagos, que son los partos y la lactancia. Las crías se aterrorizan fácilmente con cualquier ruido o luz, entonces caen sobre el guano, en el cual la comunidad de microartrópodos de insectos que habita allí provocan que en tres o cinco minutos se coman los bebés y los dejen hechos esqueletos. En México existen casi 30 especies de murciélagos clasificadas en las listas de la Ley Federal del Equilibrio Ecológico como en peligro de extinción, pero probablemente existan más que se encuentren bajo amenaza. Además tenemos 11 especies endémicas y 23 migratorias.

Fuente: La Jornada

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