Biodiversidad

La pava aliblanca: ave emblemática de Perú

Dicho redescubrimiento sucedió en 1977, exactamente un siglo después de que sea descrita por primera vez por el ornitólogo polaco L. Taczanowski en 1877 con base en un ejemplar colectado en una de las islas existentes en el delta del río Tumbes en el departamento de Tumbes.

La pava aliblanca fue considerada extinta desde 1877 hasta 1977, y tras su redescubrimiento se convirtió en una especie conocida mundialmente. Las páginas de prestigiosos diarios y revistas nacionales e internacionales informaron sobre dichos acontecimientos como un suceso científico de gran importancia. Motivado por tales hechos, Del Solar fundó en 1978 el Zoocriadero de Pavas Aliblanca Barbara D’Achille en su hacienda ubicada en Olmos. El objetivo principal del Zoocriadero es, además de estudiar esta especie, reproducir y criar especímenes de la pava aliblanca en cautiverio, con el fin de obtener ejemplares que sean reintroducidos en su hábitat silvestre para salvar a la especie de la extinción.

El Zoocriadero obtiene su primer gran éxito el 1 de junio de 1986. Ese día nació el primer polluelo en cautiverio, incubado y criado por sus padres. En 1995, el Zoocriadero toma un nuevo impulso debido al significativo apoyo de la Fundación Backus, presidida por el ingeniero Elías Bentín Peral, la cual financiaría la totalidad de los gastos tanto del Programa de Reproducción en Cautiverio, así como del Programa de Reintroducción de la Pava Aliblanca.

De esta manera, el 23 de septiembre de 2001, se produjo la primera liberación de pavas aliblanca en los bosques secos pertenecientes a la Comunidad Campesina Santa Catalina de Chongoyape. Para tal fin, se seleccionaron 16 ejemplares del zoocriadero que fueron sometidos a un proceso de adaptación en el área de reintroducción. Además, se les colocaron anillos de diversos colores, para ser reconocidos, y radiotransmisores, para monitorear su ubicación, así como sus rutas de desplazamiento.

La pava aliblanca regresa a sus territorios originales

El 10 de abril de 2002 nació en Chongoyape la primera cría en estado silvestre de padres criados en el zoocriadero. Este importante suceso marcó un trascendente logro del proyecto, ya que más adelante nacerían muchos más polluelos en libertad, confirmando la importancia del trabajo realizado en el zoocriadero.

Debido a su importancia como ave emblemática de Perú y orgullo de todos los peruanos, el Congreso de la República promulgó el 1 de agosto de 2003 la Ley 28049, que declara a la pava aliblanca “Ave de Interés Nacional”, y que considera “…de interés nacional la reproducción y conservación de la pava aliblanca…”. Dicha ley ofrece las garantías dentro de su marco constitucional para reforzar la ardua labor de conservación de esta especie críticamente amenazada.

Sin embargo, pese a las constantes amenazas que se ciernen sobre ella, principalmente la pérdida de su hábitat original, así como la caza furtiva, la pava aliblanca está dispuesta a quedarse para siempre en su único espacio natural: los bosques secos del norte. Para seguir cosechando éxitos en esta importante tarea, se realizó el Plan de Liberación de la Pava Aliblanca en el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa (RVSL), ubicado en la provincia de Ferreñafe, distrito de Incahuasi, en Lambayeque y a 70 kilómetros al noroeste de Chiclayo.

Ocho ejemplares vuelven al bosque seco

El 8 de febrero de 2007, ocho ejemplares de pava aliblanca fueron liberados a su hábitat natural en la quebrada Negrahuasi ubicada dentro del RVSL. Los ocho ejemplares permanecieron previamente seis semanas en una jaula de aproximadamente 36 metros cuadrados, en un estado de semicautiverio en la misma quebrada, con el objetivo de que se adaptasen a las condiciones naturales de la zona.

En la liberación estuvo presente un nutrido grupo de guardaparques voluntarios; el vicepresidente de la Comunidad Campesina de San Antonio de Laquipampa, Mario Díaz; autoridades del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena) y el jefe del RVSL, ingeniero Dante Alemán de Lama; el representante de la Gerencia de Recursos Naturales del Gobierno Regional de Lambayeque, ingeniero Bernabé; el presidente de las Rondas Campesinas del Valle del río La Leche, Ciro Salazar; así como los representantes de la Asociación Cracidae Perú, ingeniero Fernando Angulo Pratolongo y médico veterinario Pablo Venegas.

Los ejemplares liberados se encontraban en perfecto estado de salud y fueron criados especialmente para dicho fin en el Zoocriadero Barbara D’Achille, administrado por la Asociación Cracidae Perú. El área escogida para la liberación cumple con dos criterios básicos. Uno de éstos es la ausencia definitiva de cazadores en la zona, celosamente vigilada y controlada por sus pobladores y por los guardaparques del Inrena, así como por los guardaparques voluntarios de la comunidad San Antonio de Laquipampa. Este lugar a su vez ofrece el hábitat y la extensión necesarios para que la pava aliblanca se desarrolle normalmente.

El Plan de Liberación

Los objetivos del Plan de Liberación son: establecer una población de pava aliblanca viable a largo plazo, refrescar genéticamente a las poblaciones ya existentes en el RVSL, monitorear la supervivencia y evaluar el éxito del repoblamiento de la especie, y finalmente, probar diferentes métodos de adaptación.

El Plan de Liberación es posible gracias al trabajo conjunto de la Jefatura del RVSL y de la Asociación Cracidae Perú, con el financiamiento del Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Por otro lado, es auspiciado por la Gerencia de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional de Lambayeque. Adicionalmente, cuenta con el invalorable apoyo de los pobladores de la Comunidad de San Antonio de Laquipampa —mediante su presidente, Simón Vásquez— que apuestan por la conservación y el uso sostenible de su medio ambiente.

El RVS Laquipampa tiene como uno de sus objetivos de creación, proteger las poblaciones de la críticamente amenazada pava aliblanca, del oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y del cóndor andino (Vultur gryphus). Además, protege innumerables especies vegetales y animales típicas del Bosque Seco de Montaña, así como la avifauna de la Región de Endemismo Tumbesina.

Para mayor información: www.pavaaliblanca.org o escribir a Fernando Angulo Pratolongo: chamaepetes@gmail.com.

Fuete: Infoecología

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